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Brasilia, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El gobierno brasileño asegura hoy la alimentación de 43 millones de niños a través del Programa Nacional de Merienda Escolar (PNAE), además de garantizar la asistencia de menores a los colegios.

Esta iniciativa constituye una de las principales herramientas de apoyo para el crecimiento y desarrollo de los estudiantes en el país y contribuye también a la formación de hábitos alimentarios saludables entre los pequeños y adolescentes, revela un informe del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE).

EL PNAE se implementa en todos los niveles de la enseñanza básica (jardín de infantes, escuela primaria, secundaria y la educación media superior) de centros e instituciones públicas, filantrópicas y comunitarias.

Se trata de una política gubernamental que fue reforzada este 2015 con 100 millones de reales (32 millones de dólares) hasta el alcanzar los tres mil 800 millones de reales (mil 200 millones de dólares) con miras a propiciar una alimentación básicas a chicos de familias de bajos ingresos, destacó un vocero del ejecutivo federal.

De esta manera se corrobora el compromiso de la administración de la presidenta Dilma Rousseff con la población más vulnerable del país, en medio de una difícil situación financiera, subrayó la fuente.

Creado en 1955, este programa comenzó a recibir un apoyo financiamiento continuo partir de 2033, tras la llegada a la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva y sigue su ascenso con Rousseff.

Tal acción mereció asimismo el reconocimiento en mayo pasado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el informe Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo-2015.

Ese documento señala que Brasil redujo el número de hambrientos en un 82 por ciento y se transformó en la nación con mayor avance entre 2002 y 2014 en este tema.

Además de esa iniciativa, el gobierno implementa el programa Bolsa de Familia con la entrega de recursos financieros a las familias de bajos ingresos, lo cual contribuye a la reducción de la desigualdad y al incremento en un 56 por ciento de adolescentes con hasta 16 años de edad que terminaron el educación secundaria.

Según resultados del Plan Nacional de Educación del Programa Bolsa de Familia, entre 2003 y 2013 la escolaridad media entre el 20 por ciento de la población más pobre aumentó a un ritmo más acelerado y ganó 2,2 años más de enseñanza.

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