El 11 de junio pasado un incidente en la Autovía Santo Domingo – Samaná dejó 37 víctimas, de las cuales 13 fueron mortales al instante. El resto de los lesionados tuvieron asistencia médica en diferentes centros hospitalarios por traumatismos diversos.
La sociedad dominicana quedó estremecida ante un hecho lamentable en donde sin dudas intervinieron múltiples factores, predominando el error humano.
La vía en primer lugar debe ser intervenida luego de una auditoría de seguridad para eliminar o minimizar las ocurrencias de estos siniestros que se han convertido en rutina.
37 vidas fueron marcadas en un solo percance. No obstante ocurrir el año anterior 13 eventos trágicos en nuestra red viaria, en lugares y fechas diferentes, que sobrepasaron en un 92% lo acontecido el 11 de junio, arrojando un promedio diario de 52 víctimas, sin que ni siquiera nos enteremos.
Para esos mismos días, nuestras estimaciones en fatalidades en la República Dominicana arrojaban más de 30 por día, contando los decesos en los días subsiguientes. Produciéndose una concentración importante en el mes de diciembre.
Por otro lado, tenemos que destacar que los incidentes de mayor repercusión tuvieron lugar en domingos, a excepción del primero de enero, un miércoles, que rompe record con un reporte de 109 víctimas registradas.
Hubo un jueves con 62 víctimas y un viernes por igual en el 2014.