El escenario político-electoral que se vislumbra hacia las elecciones del próximo año, contempla la elección de más de 4,000 puestos electivos, lo que hace suponer que en algún momento de este año y el próximo, operarán decenas de miles de campañas políticas en todo el país.
Ante esa realidad, la oportunidad es propicia para impulsar a la mujer y su empoderamiento político, de manera que participe activamente en el certamen electoral del próximo año.
Si bien es cierto que hemos discutido varias veces la efectividad de la cuota de la mujer en la legislación electoral; no menos cierto es que, a pesar de existir esta disposición legal, la bancada femenina en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, así como la participación en las posiciones electivas de los Gobiernos Locales, continúa siendo mínima.
Es alarmante que de 155 alcaldías, solo 12 estén ocupadas por mujeres; que de 190 diputaciones, solo 40 estén ocupadas por mujeres; que de 32 senadurías, solo 4 estén ocupadas por mujeres; y que de 1,149 regidurías, solo 383 sean femeninas.
La única solución a este desequilibrio, es la promoción de una mayor participación femenina en las candidaturas electorales, más allá de la cuota existente, lo que a su vez redundará en beneficios para el género femenino y para la lucha en contra de la discriminación hacia la mujer, con una incidencia palpable y urgente en los temas que nos afectan e impactan nuestro avance y desarrollo.
Me refiero a embarazos adolescentes, violencia contra la mujer, empoderamiento, independencia económica, capacitación para la vida y el trabajo, formación en valores de nuestras familias y mejores sociedades.
Este tema es propicio discutirlo en este año 2015, en el que se conmemoran los 20 años de la Convención de Beijing, donde se plantean compromisos para la participación política de la mujer.
Durante la discusión de la Ley sobre Organización de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, el Ministerio de la Mujer sometió interesantes propuestas para regular la participación política de la mujer en equidad, la incorporación de la cuota como piso mínimo, la regulación del acceso de las mujeres al financiamiento que reciben los partidos, así como la regulación del acceso a los medios de comunicación y la contemplación de sanciones ante el incumplimiento de estos postulados.
Sin embargo, en el Proyecto de Ley que ya ha sido aprobado en segunda lectura por la Cámara de Diputados; solo se contempla el Derecho de participación de la mujer en la política y la cuota del 33% para la candidaturas femeninas. Aún persiste una necesidad de formación, promoción e incentivo de la participación de la mujer en política.
Más allá de la existencia de cuotas, es importante evaluar el conjunto de indicadores diseñados por la Unidad de Género y Partidos Políticos en América Latina del Banco Interamericano de Desarrollo, que no solo contempla la cuota, sino también el número de integrantes femeninas de las bancadas, una vez pasa la elección; la existencia de comisiones de género; la exigencia de fondos reservados a actividades de promoción de equidad de género, tanto en los partidos políticos como en las instituciones públicas; el porcentaje de mujeres en el Gabinete; la existencia de reglamentaciones de equidad de género para la conformación de los órganos de toma de decisión en el Congreso y en los Partidos; y el porcentaje de mujeres en los órganos ejecutivos.
En todos estos indicadores, nuestro país queda rezagado, no por la falta de mujeres dispuestas a participar en política y aportar, de esa manera, al desarrollo de su país; si no debido a la existencia de un sistema que dificulta la participación femenina en la política.
Con miras al certamen electoral del año venidero, nuestro Partido de la Liberación Dominicana tiene la gran responsabilidad de encabezar los esfuerzos para que una mayor participación de la mujer en la política sea posible, no solo porque ha sido el partido que más han favorecido las mujeres; también por ser el que más conecta con los anhelos de la población, y nuestro país anhela una mayor participación de la mujer en la política. Sigamos haciendo lo que nunca se ha hecho.