París, (Servicios especiales de Vanguardia del pueblo) El presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró ayer a su homólogo francés, François Hollande, su compromiso de acabar con las prácticas de espionaje que «pudo haber en el pasado y que eran inaceptables entre aliados».
Obama y Hollande conversaron vía telefónica durante unos 15 minutos, a unas horas de que WikiLeaks revelara que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) pinchó, al menos de 2006 a 2012, las comunicaciones de Jacques Chirac, Nicolás Sarkozy y Hollande, así como de sus cercanos colaboradores.
Según un comunicado divulgado por el Palacio del Elíseo, ambos mandatarios intercambiaron sobre los principios que deben regir las relaciones entre aliados en materia de servicios secretos.
El canciller Laurent Fabius convocó a la embajadora estadounidense en este país, Jane Hartley, para tratar el tema.
Durante la conversación, Fabius exigió a Hartley respuestas rápidas sobre si las prácticas de espionaje de su país a altos responsables galos ya han terminado.
También trascendió este miércoles que Francia enviará en los próximos días a Estados Unidos al coordinador de sus servicios de inteligencia, Didier Le Bret.
Al término de un consejo de defensa convocado esta mañana por Hollande, el Palacio del Elíseo calificó de inaceptable el supuesto espionaje y remarcó que esta nación europea no tolerará ningún acto que cuestione su seguridad y la protección de sus intereses.
Los compromisos de Washington deben ser estrictamente respetados, apuntó en referencia a la visita del jefe de Estado galo a la nación norteña en febrero de 2014, durante la cual Obama se comprometió a que se acabarían las escuchas indiscriminadas a los países aliados.
Expertos avizoran una tensión en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, sobre todo porque París es uno de los territorios más «cercanos» a Washington en lo que denomina lucha contra el terrorismo.
Lo divulgado provocó críticas especialmente de políticos de diferentes partidos, quienes exigen a Hollande que responda con fuerza. Hasta ahora se anticipa que lo revelado es sólo una parte de la actividad de espionaje de esa Agencia a dirigentes galos.
Colaboradores de Sarkozy, apuntaron que para el ex presidente esos métodos de espionaje son inaceptables en general, y en particular entre aliados.
Según los datos dados a conocer, la Casa Blanca negó haber interceptado las comunicaciones de Hollande.