Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El Senado estadounidense optó hoy por mantener restricciones para el cierre de la cárcel en la base naval de Guantánamo, sureste de Cuba, al aprobar el proyecto de ley de gastos de defensa (NDAA) del año fiscal 2016.
Con una votación de 71 votos contra 25, el texto solicita 612 billones de dólares para las erogaciones del Pentágono, que incluye un monto adicional de 38 mil millones en fondos dirigido a sostener operaciones bélicas en ultramar, indicó el diario digital The Hill.
El proyecto de ley bipartidista cosechó fuertes críticas de líderes demócratas debido a la inclusión de esta partida adicional.
El presidente Barack Obama amenazó con vetar la medida debido a que contiene provisiones que intentan evitar la clausura de la prisión que ese país mantiene en la base naval de Guantánamo.
Desde que Obama asumió la jefatura de la Casa Blanca en 2009, prometió cerrar el centro de internamiento que funciona desde 2002 en dicha instalación militar que permanece en contra de la voluntad del pueblo y gobierno de la isla caribeña.
En la actualidad se encuentran confinados 116 reos en una instalación donde, según informes del gobierno y de organismos internacionales, se ha cometido tortura contra prisioneros, quienes además se encuentran en un limbo legal.
Documentos oficiales confirman que los contribuyentes estadounidenses tienen que pagar alrededor de tres millones 300 mil dólares anuales por cada uno de los detenidos que continúan allí.
La nueva ley mantiene la prohibición para que los reclusos sean trasladados a territorio continental, mientras se exige al gobierno garantías de que los liberados no volverán a integrar las filas de grupos fundamentalistas.
El Ejecutivo también argumenta que si el Congreso va a aumentar el gasto en defensa también debe aumentar los gastos para actividades no relacionadas con esta esfera. Esta semana, la Cámara de Representantes también avaló una factura de 579 mil millones de dólares, como parte de la NDAA para el próximo año fiscal, que se extiende del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016.
En las próximas semanas ambas versiones deberán armonizarse antes de ser enviadas al escritorio de Obama.