El Enfoque Sistémico
De acuerdo con Clemens Sanetra, por infraestructura de la calidad debe entenderse
“… Todos los aspectos de metrología, normalización, ensayos y administración de la calidad, incluyendo la certificación y acreditación. Esto incluye las instituciones públicas y privadas, así como, el andamiaje regulador dentro del cual operan” (Sanetra, Clemens, y Marbán, Rocío. Enfrentando el Desafío Global de la Calidad: Una Infraestructura Nacional de la Calidad. Santo Domingo, INTEC-DIGENOR, 2009).
En la definición anterior se incluyen todos los componentes ya mencionados e imprescindibles de una IC:
1. La Normalización que es el núcleo funcional de partida que provee la “materia prima”: las normas, especificaciones técnicas, guías y directrices a todos los demás actores institucionales y sin las cuales los procedimientos de evaluación de la conformidad ni el mismo proceso de acreditación serían posibles. Hacia afuera del sistema, la normalización es pieza clave en la facilitación del comercio y la creación o la mejora de nuevos productos, como respuesta a las necesidades y mejora de la calidad de vida de consumidores y usuarios, la investigación científica, la reglamentación técnica y la difusión y consolidación de las innovaciones.
Las normas son la piedra angular de todo el sistema ya que, como se ha dicho, fungen como la “materia prima” de todas las demás funciones técnicas que definen la IC.
Veamos:
a) Metrología: Normas, directrices y reglamentos metrológicos.
b) Acreditación: Normas o guías para declarar las competencias técnicas de los organismos evaluadores de la conformidad.
c) Pruebas y ensayos: ensayos normalizados, muestreos normalizados, seguridad de laboratorio normalizada, procedimientos normalizados, sistema de gestión de la calidad normalizado.
d) Certificaciones: Normas para la certificación de productos y sistemas de gestión, Normas de especificaciones de calidad de productos/servicios, normas y directrices para ámbitos específicos de la producción: Gestión de la Inocuidad Alimentaria, Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), Buenas Prácticas Agrícolas y de Higiene (BPA y BPH, respectivamente), Seguridad Ocupacional, HACCP, etc.
Además, las normas pueden considerarse, una vez implementadas, garantes de la eficiencia, eficacia y competitividad de las empresas (productos más seguros, sanos, mejor calidad, alta confiabilidad, compatibilidad operativa, selección de productos sobre las bases de características deseables, costos menores, etc.). Por otro lado, las normas son las principales herramientas de trabajo en manos de los reguladores gubernamentales (normas y reglamentos armonizados que hacen más confiables las tareas de los servicios del Gobierno de evaluación de la conformidad y cuyos beneficios trascienden las fronteras nacionales).
2. La metrología, que asegura la provisión a la sociedad de mediciones confiables mediante una jerarquía de verificaciones y/o calibraciones de instrumentos y patrones de medición dada una cierta trazabilidad metrológica, concepto que más adelante explicaremos. Al incorporar de manera sistémica la exactitud de los patrones trazables a las funciones sustantivas u orgánicas de las empresas, se contribuye a elevar la productividad y capacidad competitiva de las mismas. Siendo una componente fundamental de la IC, la metrología es, en realidad, consustancial a todas las actividades humanas desde tiempos inmemoriables (y a la vida en sociedad). Su incidencia es cada vez más relevante en las actividades científicas, industriales, comerciales y jurídicas de todos los países, no importa su grado de desarrollo.
3. Acreditación que de acuerdo con la Norma ISO/IEC 17000 es
“… La atestación de tercera parte relativa a un organismo de evaluación de la conformidad (EC) que manifiesta la demostración formal de su competencia para llevar a cabo tareas específicas de evaluación de la conformidad”. Por “…atestación” se entiende la “…emisión de una declaración, basada en una decisión tomada después de la revisión, de que se ha demostrado que se cumplen los requisitos especificados” (ver: INTECO. INTE CTN Evaluación de la conformidad. Ob. Cit.).
En términos más concretos, la acreditación es la evaluación de la conformidad de la EC con las normas pertinentes.
Por su parte, la EC o del cumplimiento se define como un proceso mediante el cual se demuestra que se cumplen los requisitos especificados relativos a un producto, proceso, sistema, persona u organismo. Las actividades directamente relacionadas con la EC, como se ha indicado, son ensayo/prueba, inspección y certificación.
4. Ensayos. El establecimiento de la conformidad de un producto, servicio o proceso con los requisitos o especificaciones normativos o reglamentarios que le corresponden
“… Requiere de operaciones técnicas-llamadas pruebas o ensayos- para determinar una o más características que les son inherentes, en función de un procedimiento especificado” (ver: INTECO. Ob. Cit.).
Los “beneficios que trascienden las fronteras nacionales” implican el funcionamiento de una IC reconocida y equivalente a las más avanzadas existentes en los países socios comerciales del país (patrones nacionales trazables al SI, verificaciones con trazabilidad en materia de metrología legal, inspecciones acreditadas, ensayos acreditados, reglamentos clave armonizados y certificaciones provenientes de una red nacional de entidades cuyas competencias técnicas han sido declaradas con normas de consenso internacional).
El reconocimiento de las equivalencias se asegura mediante la firma de Acuerdos de Reconocimiento Mutuo y Multilateral (ARM, MLA, respectivamente). En este sentido, los objetivos de los ARM son armonizar normas, ampliar los beneficios de las acreditaciones, reconocer la validez de los resultados de EC, hacer equivalentes los reglamentos técnicos, armonizar servicios de metrología dotados de trazabilidad y, en general, reconocer procedimientos y sistemas de evaluación de la conformidad de las partes como seguros, confiables y en alto grado compatible con las recomendaciones de la institucionalidad internacional competente.
La competencia técnica de los laboratorios de ensayo y calibración es fundamental para facilitar el comercio internacional y evitar barreras técnicas al comercio.
5. Certificación. Es una de las modalidades más difundidas de EC, ya brevemente abordada más arriba. De acuerdo con la ISO, consiste en una:
“… Atestación de tercera parte relativa a productos, procesos, sistemas o personas”. En una nota a esta definición, la ISO puntualiza que “la certificación es aplicable a todos los objetos de evaluación de la conformidad, excepto a los propios organismos de evaluación de la conformidad, a los que es aplicable la acreditación”.
La confianza en la calidad y seguridad de los productos acabados, sistemas, procesos, materias primas y personas se consolida con el establecimiento de la conformidad con las normas o reglamentos que correspondan en cada caso. Esa conformidad es avalada por las múltiples actividades de certificación cuya función es estampar un símbolo de confianza en los bienes y servicios o hacer más fiable el intercambio formal de valores económicos, o satisfacer confiablemente los requerimientos de los consumidores y usuarios asociados a la calidad, salud o seguridad. Ese símbolo de confianza se denomina marca o sello de conformidad.
Por otro lado, más allá de las fronteras de los intereses estrictamente individuales, las certificaciones son también importantes a la hora de hablar de la necesidad de salvaguardar el medioambiente y los innumerables bienes públicos que lo representan (como las playas, bosques, fauna, aire, por ejemplo).
Las normas existen para que se cumplan; para convencernos de su cumplimiento debemos ejecutar pruebas o ensayos de laboratorio; así, como realizar mediciones para comprobar dimensiones y sus tolerancias; finalmente, requerimos de una constancia (certificación) de tercera parte para convencernos de que la conformidad ha sido establecida confiablemente, lo cual supone que la entidad que emite esa especie de juicio final está debidamente acreditada en las tareas en las que se especializa (certificación de materiales, productos, sistemas, procesos, instalaciones, personas).
Es decir, al final de cuentas es un tercero, con competencias acreditadas y, por tanto, confirmadas, quien certifica que los requerimientos normativos o reglamentarios fueron observados adecuadamente y que los equipos e instrumentos de medir utilizados son periódicamente calibrados con patrones que forman parte de la cadena de trazabilidad metrológica del país. Esto último es importante. Esa garantía de la trazabilidad de las mediciones a los patrones nacionales, que son los de mayor exactitud en el país, es una componente esencial de la confiabilidad de las certificaciones.
Lo que no puede permitirse es que las certificaciones ostentadas por las empresas resulten de dudosa reputación o no gocen finalmente de la confianza de los clientes afectando la fidelidad de los mismos.
Las certificaciones de calidad deben ser la expresión de una verdad: el cumplimiento de los requisitos especificados mediante una evaluación objetiva, absolutamente imparcial y transparente.
Lo más importante, las certificaciones deben reflejar el compromiso total –de todo el personal-con el objetivo multidimensional de lograr la más alta satisfacción de las expectativas de los clientes. En otras palabras: una certificación debe ser una especie de evidencia pública de la existencia de una cultura de calidad en la empresa o entidad que la ostente.
Una de las formas de salvaguardar la integridad de las certificaciones es llevar registros organizados del cumplimiento en cada fase del proceso de producción, incluyendo la presencia de no conformidades. Si no lo hacemos, tendríamos dificultad para establecer dónde ocurrieron las fallas, cuáles fueron las causas reales que generaron las no conformidades, dónde cometimos el error de distanciarnos de los requisitos (para no sólo corregir los errores, sino también mejorar lo hecho).
Como señala el experto Moreno Calvo, antes citado:
“… Esto es muy importante, porque de esos registros, si realmente se han llevado a cabo con lealtad, se puede reconstruir toda la trayectoria que ha llevado a un hecho, y a partir de ese conocimiento, extraer lecciones para el futuro, reforzando los aspectos que llevan al éxito y rechazando, anulando o modificando los que conducen al fracaso. Para mí eso es la Trazabilidad en un sentido amplio”.
La última parte de la referida definición de Sanetra puntualiza que las funciones de metrología, normalización, ensayo y administración de la calidad (acreditación, certificación) incluyen a las instituciones públicas y privadas, así como a los reguladores del Estado. Esto, por el lado tanto de la demanda como de la oferta de servicios de normalización, calibraciones (metrología industrial), verificaciones (metrología legal), ensayos y certificaciones de todo tipo.
Por el lado de la oferta pueden participar entidades privadas como oferentes de servicios de inspección y calibración, lo cual está previsto en el SIDOCAL. Como se ha señalado, en el caso de los reguladores, la IC es uno de sus más formidables aliados en la medida en que ella les facilita las evaluaciones técnicas y certificaciones que requiere la responsabilidad gubernamental de cautelar los llamados Objetivos Legítimos del Estado. De acuerdo con la OMC “tales objetivos legítimos son, entre otros: los imperativos de la seguridad nacional; la prevención de prácticas que puedan inducir a error; la protección de la salud o seguridad humanas, de la vida o la salud animal o vegetal, o del medioambiente” (Ver. OMC. Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio-OTC).
Concepto de Infraestructura de Calidad en la Ley
El Artículo 1 de la Ley No. 166-2012 define el Sistema Dominicano para la Calidad (SIDOCAL), como
“… La infraestructura nacional encargada de las actividades relacionadas directamente con el desarrollo y demostración de la calidad, entre ellas la normalización, metrología, inspección y ensayo, certificación y acreditación, todas estructuradas de forma lógica y sujetas a una determinada jerarquía técnica y competencias institucionales.”
Aquí, se incluye no solo el tema de la demostración del cumplimiento de requisitos, sino también el importante aspecto del desarrollo de la calidad.
De conformidad con el Artículo 53 de la Constitución de la República, la Ley No. 166-12, en su artículo 7, consagra la calidad como Política de Estado, en los siguientes términos:
“Artículo 7.- De la Calidad como Política de Estado. Se declara política de Estado, a la promoción y evaluación de la calidad, en los ámbitos público y privado, como factor fundamental y prioritario de la productividad, la competitividad y el desarrollo sostenible. El Estado dominicano respaldará la difusión de una cultura de calidad, a través de la educación y la formación de recursos humanos, el apoyo y el financiamiento básico de las instituciones que crea la presente Ley y de sus actividades, tales como cursos, talleres, seminarios, foros y reuniones técnicas nacionales e internacionales, entre otras. El Estado contribuirá con el financiamiento de los medios de comunicación de masas, tanto públicos como privados, con el fin de difundir y promover las referidas actividades”.
Al elevar la calidad a la categoría de “Política de Estado” el legislador eleva también a esa categoría a la infraestructura de la calidad. Esto porque, como se ha explicado, la calidad, entendida como un proceso interdisciplinario de cumplimiento de requisitos especificados en documentos normativos, implica una interacción dinámica permanente de los mencionados componentes de la IC y de estos con el entorno social y económico dado. Esa interacción debe renovarse, enriquecerse y hacerse cada vez más eficiente de acuerdo con el avance de las disciplinas científicas afines, el estado de la tecnología y el desarrollo de la estructura productiva nacional.
3.2.3. La Visión CEPAL-PTB de la Infraestructura de la Calidad
Una definición interesante de IC se ofrece en un estudio auspiciado por la CEPAL, el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ: Deutsche Gesellschaftfür Internationale Zusammenarbeit) y el PTB sobre los Impactos de la IC en América Latina.
Al centro, sentado, el Embajador de Taiwán, Isaac Tsai, acompañado del señor Ricardo M.S. Hsu,
Consejero Económico de la entidad diplomática, visitó las oficinas de la sede central y los laboratorios de mediciones de la Digenor, localizados en la avenida Rómulo Betancourt de la ciudad capital.
En esa ocasión se explicó el concepto de infraestructura o sistema nacional de la calidad al señor embajador con el interés de visualizar alguna modalidad de asistencia técnica de parte de Taiwán a la institución en su empeño por establecer dicho sistema.
De acuerdo con esta recopilación de interesantes estudios sobre los impactos de la IC,
“… La infraestructura de la calidad puede ser definida como la totalidad de la red institucional, ya sean agentes públicos o privados, y el marco legal que la regula, responsables por formular, editar e implementar las Normas (para el uso común y repetido, dirigidas a lograr el grado óptimo de orden en un contexto dado, tomando en consideración problemas actuales y potenciales), y dar evidencia de su cumplimiento (la mezcla relevante de inspección, ensayos, certificación, metrología y acreditación)”.
A continuación señala el objetivo fundamental de las normas en el marco de una IC:
“El objetivo de las normas de la IC es mejorar la adecuación de los productos, procesos y servicios para los fines deseados, prevenir barreras comerciales y facilitar la cooperación técnica” (ver: Göthner, Karl-Christian, y Rovira, Sebastián. Impacto de la Infraestructura de la Calidad en América Latina: Instituciones, prácticas y desafíos de las Políticas Públicas).
Arribamos así a una definición de amplias perspectivas, a nuestro juicio superior a las anteriores:
• Conjunto de actores (red institucional) que actúa observando un determinado…
• Marco jurídico (ley) responsables de formular, adaptar, armonizar e implementar…
• Normas (medio) ofreciendo…
• Evidencias creíbles de su cumplimiento (certificación) sobre la base de las actividades relativas al proceso general de…
• Evaluación de la conformidad (mezcla de: ensayo/prueba, inspección, metrología, certificación y acreditación).
De acuerdo con esta perspectiva, una IC no es más que la demostración del cumplimiento de las normas y reglamentos técnicos (añadimos nosotros) con ayuda de la interrelación de actividades que definen la evaluación de la conformidad.
Obviamente, el cumplimiento puede establecerse también respecto a especificaciones técnicas, disposiciones ministeriales, decretos presidenciales y leyes sectoriales en los que se establezcan o definan requisitos o determinadas expectativas.
Conforme con estas definiciones la IC, en términos generales, reúne las siguientes características:
Es parte del sistema político-institucional del país.
Conforma una red de actores que actúan bajo las orientaciones y preceptos de una ley.
Es un sistema dinámico y, consecuentemente, sus elementos están en interacción permanente no solo entre sí, sino también con los diversos actores del entorno.
Sus actividades son eminenemente técnicas y conciernen a las funciones de la normalización, metrología, pruebas y ensayos, acreditación y certificación, las cuales interactúan sobre la base de los distintos procedimientos de evaluación de la conformidad. Estos se usan, directa o indirectamente, para determinar si se cumplen los requisitos pertinentes de los reglamentos técnicos o las normas.
Su reconocimiento internacional está en función de la demostración de las competencias técnicas de los organismos llamados a evaluar la conformidad, antes mencionados.
Sus instituciones gozan de todas las autonomías (técnica, administrativa, financiera).
Su organización y comportamiento se rigen por las normas, directrices y guías emanados de la infraestructura mundial de la calidad.
Su funcionalidad está diseñada para servir a cualquier sector de la economía y la sociedad, incluyendo a los reguladores estatales y, consecuentemente, es válida para cualquier producto o servicio, y para cada eslabón de cualquier cadena de valor.
Su eficacia (y una de las bases de su reconocimiento) radica en una clara división del trabajo entre el sector voluntario (que ofrece servicios de normalización, metrología, acreditación y certificaciones) y el sector regulador y punitivo (que vigila el mercado, garantiza el cumplimiento de los requisitos obligatorios e impone las penalidades contempladas en las leyes que apliquen).
Su éxito y consolidación institucional dependen en igual medida del apoyo del Gobierno y del sector privado; así como, del respeto irrestricto a todas las autonomías de los institutos consagradas en la ley.
Opiniones de Expertos
Como hemos podido percibir, la priorización política de una IC se puede justificar desde innumerables perspectivas o puntos de vista. Consideremos ahora las opiniones autorizadas de los expertos, consultores y especialistas que han estado dedicados enteramente al tema o vinculados de alguna manera a él por obligaciones de trabajo.
“Desde que el espíritu de globalización se ha hecho sentir por todo el mundo y ha desencadenado un inmenso intercambio de productos y servicios emerge; sin embargo, una nueva perspectiva. Los aspectos de la calidad deben ahora ser transformados de percepciones subjetivas a criterios mundiales negociables y susceptibles de mercadeo que son luego convertidos, en organizaciones internacionales y regionales de normalización, metrología o acreditación, en normas capaces de lograr consenso. En estas organizaciones se establecen las estructuras correspondientes para la armonización y el reconocimiento mutuo; esto, en gran parte, le concede igual posición a todos los involucrados en el comercio mundial. Como jefe de un instituto nacional de metrología, estoy consciente del gran reto que enfrentan quienes establecen políticas nacionales cuando deben adaptar la infraestructura de la calidad de un país a los criterios y requerimientos internacionales armonizados” (negritas y cursivas mías, JS). (Ver: Presentación del Presidente del Physikalisch-Technische Bundesanstalt –“Instituto Federal de Física y Tecnología” de Alemania (PTB) del libro de Clemens Sanetra y Rocío Marbán: Enfrentando el Desafío Global de la Calidad: Una Infraestructura Nacional de la Calidad. Ob. Cit.).
“Para competir y tener éxito en el entorno comercial actual, los proveedores extranjeros no solo deben encontrar compradores, sino también asegurarse de que sus productos y servicios cumplen las rigurosas Normas de calidad (es decir, de rendimiento, calidad percibida, conformidad, fiabilidad y durabilidad) que exige el cliente, el usuario final y otros en la cadena de suministro mundial. Si bien esos requisitos son muy parecidos para todos los proveedores y crean una igualdad de condiciones, la experiencia indica que a algunos proveedores les resulta difícil ajustarse a las Normas más rigurosas y demostrar su cumplimiento. Los exportadores necesitan: a) información sobre los requisitos voluntarios, de mercado, obligatorios o legales; b) creación de capacidad y servicios de asesoramiento para cumplir y superar estos requisitos de forma económica y coherente; c) demostración del cumplimiento de los requisitos que sea aceptable para los compradores y reguladores” (ISO, Centro de Comercio Internacional (ITC). Establecer Vínculos para el Éxito de las Exportaciones. Colaboración entre las Organizaciones de Promoción del Comercio y los Institutos Nacionales de Normalización. Secretaría General de la ISO, Ginebra, 2010).
“Hoy en día se dan varios niveles de cumplimiento que hay que enfrentar: a) leyes nacionales acerca de, por ejemplo: registros sanitarios y de seguridad; se consideran un mínimo a cumplir para el acceso a mercados nacionales; b) demandas adicionales de clientes nacionales, tales como supermercados o cualquier empresa que defina normas a ser cumplidas por sus proveedores; estos son requisitos de mercados nacionales, c) leyes internacionales tales como las directrices UE, las regulaciones US FDA, las regulaciones de seguridad de alimentos; estas pueden verse como requisitos mínimos para el acceso a mercados internacionales y pueden variar de un destino a otro, d) demandas adicionales individuales de clientes internacionales, tales como vendedores detallistas (EurepGAP, ahora Globalgap, JS), empresas globales, normas adicionales de seguridad de alimentos.
“Cumplir con todos estos requisitos y demostrar su cumplimiento es un proceso difícil y costoso, más aún para países que no cuentan con una IC capaz de una respuesta inmediata a las necesidades del sector privado empresarial. Ello requiere, cuando menos, el acceso a una organización nacional de Normalización; esta apoyará el establecimiento de normas, proporcionará acceso a las normas existentes y, lo más importante es que, puede ayudar a los empresarios en el uso de normas para cumplir con los requisitos de sus clientes nacionales y extranjeros.
“Otro requisito es un instituto nacional de metrología; este es el custodio de los patrones nacionales de medición con su trazabilidad internacional, y transfiere ésta a los patrones secundarios e industriales además de eventualmente ofrecer servicios confiables de calibración a un precio razonable. La tercera es una entidad nacional de acreditación; tiene como propósito asegurar la competencia técnica de los laboratorios, de las entidades de inspección y de la calidad de las certificaciones concedidas en el país” (negritas mías, JS).
“La mayoría de las sociedades recono¬cen los beneficios de su infraestructura nacional de la calidad y muchos han establecido los organismos competen¬tes nacionales y las relaciones interna¬cionales para apoyar su sistema. Sin embargo, los sistemas nacionales que no están armonizados a nivel regio¬nal o internacional tienen el poten-cial de introducir nuevas barreras téc¬nicas al comercio. Se espera, cada vez más, que tanto los países desarrollados como aquellos en desarrollo demues¬tren no solamente a sus propios ciuda¬danos, sino también al resto del mundo, que los productos y servicios que pro¬ducen son fiables, seguros y ambiental¬mente responsables. Para alcanzar este objetivo, cada economía requiere una capacidad técnica nacional eficaz (o el acceso a expertos extranjeros) para apoyar los servicios de evaluación de la conformidad en su país” (negritas y cursivas mías, JS: ISO-ONUDI. Creando Confianza. La Caja de Herramienta de Evaluación de la Conformidad. Secretaría Central de la ISO, Ginebra, 2011).
“En un mundo que avanza hacia una mayor integración es indudable que la infraestructura de la calidad es un elemento que juega un papel cada vez más relevante en las posibilidades de desarrollo productivo y empresarial de los países; así como, en el comercio internacional y en las posibilidades de integración en las cadenas globales de valor, ya que establece las prácticas y estándares comunes en diversos aspectos de la producción. Tanto la forma en que se producen los bienes como la demostración confiable y reconocible de conformidad de productos y servicios determina las posibilidades de entrar a ciertos mercados así como de diferenciación de productos y servicios.
“La competitividad de los países, que se asocia con la capacidad de producir y ofrecer productos y/o servicios para el mercado mundial, debe incorporar otros elementos al análisis que permitan identificar el “real” potencial de desarrollo de los países y su sostenibilidad, tanto social como ambiental, en el largo plazo. Solo a través del desarrollo de capacidades locales en torno a la ciencia, tecnología e innovación es posible trazar trayectorias de desarrollo sostenible. Dado que el comercio internacional establece estándares y prácticas comunes sobre diversos aspectos de la producción, el desarrollo y la calidad, las funciones de la infraestructura de la calidad y los servicios asociados influencian las posibilidades y la modalidad de participación de las empresas, y en particular de las PYMES, en los procesos de producción global” (negritas y cursivas mías, JS: Citado del libro: CEPAL. Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania. GIZ. PTB. Impacto de la Infraestructura de la Calidad en América Latina: Instituciones, Prácticas y Desafíos para las Políticas Públicas. Ob. Cit.).
“La ecuación es bastante sencilla: el comercio global exige calidad y nuestros propios consumidores cada vez más hacen sus compras de bienes y servicios partiendo del criterio de calidad comprobada. Los posicionamientos dinámicos en los mercados globales y la propia imagen país están en función de la calidad y confiabilidad de nuestros productos. Ahora se dice que un país agrada y logra permanecer en la mente de sus compradores, por la calidad de lo que vende. Pero, ¿se trata de calidad conferida a los bienes y servicios por decreto oficial o por declaraciones de productores o proveedores? Decididamente, no. La calidad que se acepta hoy es la que proviene de una infraestructura formalmente establecida y reconocida internacionalmente en sus competencias técnicas consabidas: metrología (mediciones con trazabilidad metrológica), normalización técnica (requisitos, estándares cada vez más armonizados), pruebas y ensayos confiables, acreditaciones (competencias técnicas confirmadas) y certificaciones (constancias de calidad creíbles) en base a reglas de juego mundialmente consensuadas” (ver: Presentación de la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR) a la edición dominicana del libro: Enfrentando el Desafío Global de la Calidad: Una Infraestructura Nacional de la Calidad de Clemens Sanetra y Rocío Marbán. INTEC-DIGENOR, 2009).
Entrega del Certificado de la Marca Colectiva Ron Dominicano a la Asociación Dominicana de Productores de Ron (ADOPRON). Recibiendo el certificado, el señor Osvaldo Brugal; entregando el señor Enrique Ramírez, entonces director de la ONAPI; en los extremos, el director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad (CNC), Andrés van der Horst, y el autor. La Digenor preparó la parte normativa y el Reglamento de Uso de la más importante marca colectiva de la República.
La calidad no es el producto de un acto unilateral de una persona o de una institución en particular. Es el output de la dinámica general de un conjunto de funciones técnicas que son o deben ser regidas por unas reglas consensuadas mundialmente. Personas, competencias técnicas y una institucionalidad robusta y técnicamente independiente se ponen en perfecta sintonía para garantizar calidad, inocuidad, seguridad, compatibilidad operativa e intercambialidad de productos a los ciudadanos y a las empresas, en cualquier escala posible, local o mundial. Ese conjunto de funciones técnicas, interrelacionadas y consustanciales a los procesos de comercio, desarrollo e innovación en cualquier ámbito económico o social, es lo que conocemos como infraestructura o sistema nacional de la calidad.