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Santa Cruz, Bolivia, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El papa Francisco exhortó aquí, durante la clausura del II Encuentro Mundial de Movimientos Sociales, a la unidad de los pueblos del mundo en el camino de la paz y la justicia.

El Sumo Pontífice le insistió a los más de mil 500 delegados de 40 países presentes en el evento en la necesidad de cumplir con tres tareas, la segunda de ellas la unidad de los pueblos, los cuales, dijo, quieren ser artífices de su propio destino, sin tutelaje ni injerencias, donde el más fuerte subordine al más débil.

Para el Papa, ningún poder fáctico o democrático tiene el derecho a privar a los países pobres del pleno ejercicio de su soberanía y cuando lo hacen vemos nuevas formas de colonialismo, que afectan seriamente las posibilidades de paz y de justicia.

La paz no solo se funda en los derechos del hombre, sino en el derecho de los pueblos, particularmente el derecho a la independencia, remarcó.

Su Santidad subrayó, en medio de aplausos de los presentes, que los pueblos de Latinoamérica parieron dolorosamente su independencia y desde entonces llevan casi dos siglos en busca de una emancipación plena.

Pido a ustedes que cuiden y acrecienten esta unidad. Mantener la unidad frente a todo intento de división es necesario para que la región crezca en paz y justicia, dijo y recordó que todavía subsisten factores que atentan contra este desarrollo humano y coartan la soberanía de la patria Grande y de otros países del planeta.

Jorge Mario Bergoglio criticó los denominados tratados de libre comercio por el mal que hacen a los pueblos, y enfatizó que, en otras ocasiones, bajo el noble ropaje de la lucha contra la corrupción, el narcotráfico o el terrorismo, se imponen a los Estados medidas que poco tienen que ver con la resolución de esa problemática y a veces empeora las cosas.

Y otras veces, resaltó, los medios de comunicación proponen pautas de consumo y se crea una nueva forma de colonialismo, el colonialismo ideológico.

El Papa dijo que ninguno de los graves problemas de la humanidad se puede resolver entre los Estados y los pueblos a nivel individual, porque hasta el crimen y la violencia se han globalizado.

Por eso, agregó, ningún gobierno puede actuar al margen de una responsabilidad común, aunque aclaró que interacción no es sinónimo de imposición.

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