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Villa Vásquez, Montecristi. Cientos de estudiantes del nivel básico tenían que enfrentar el peligro de cruzar una carretera para ir a su escuela, situación que era una mortificación para sus padres.

El agricultor Elvido Báez Sosa, padre de tres niños, dice: “cuando regresaba de trabajar no encontraba donde poner la cabeza, porque los niños iban a la escuela desafiando el peligro”.

Esta realidad llegó a su final con la apertura de la Escuela Básica Luisa de la Rosa Helena, ubicada en el sector Brisas del Canal, que acogerá más de 200 estudiantes en la jornada de Tanda Extendida.

El agricultor Báez sosa cuenta que cuando un niño tenía que cruzar una carretera tan peligrosa, representaba un dolor de cabeza para cada padre, que llegaba a la casa con la esperanza de que no le haya pasado nada a su hijo.

Madres tenían que dejar de cocinar para buscar sus hijos a la Escuela

Para Dominga Guzmán, comunitaria del sector, es la primera escuela que tienen en la vecindad y confirma que los niños del Barrio Sur y Brisas del Canal corrían diariamente el peligro de cruzar la carretera.

“Aquí no había escuela, porque todos los niños tenían que estar cruzando la avenida para ir a la Escuela Isabel Minaya, en el barrio La Mina, al otro lado de la carretera. A cada rato las madres tenían que dejar de cocinar para ir a cruzar a sus hijos cuando iban a la escuela”, recuerda Dominga.

Uno vivía con ese desespero

Virgilio Reynoso, con tres hijos que estudiarán en la escuela, calificó la obra como una maravilla. “Los niños no tendrán que ir a estudiar fuera de la ciudad y cruzar una carretera tan peligrosa. Uno vivía con ese desespero, hasta que no llegábamos a la casa no estábamos con la cabeza tranquila; esos niños cruzando esa pista, imagínese”.

Para Jovanna Peña, otra vecina del sector, quien tiene dos hijos, de los cuales uno ingresará a la Tanda Extendida, la nueva escuela beneficiará mucho a toda la comunidad porque los niños no tendrán el peligro de ser atropellados en la avenida.

Los muchachos dejarán de comer chucherías

Para el labriego Elvido Báez Sosa, quien inscribirá a un niño en quinto grado y a otro en el nivel inicial, la escuela es un regalo de Dios entregado por el Gobierno.

Al valorar el nuevo modelo educativo de Tanda Extendida, señala que ahora tendrá más tiempo para su trabajo, además que tendrá un ahorro diario en el hogar de un 60 por ciento.

“Ahora compraré menos agua, comida y merienda, también los muchachos dejarán de comer chucherías¨.

De su lado, Dominga Guzmán, maestra y comerciante, refiere que hay madres que no tenían para alimentar a sus hijos y mandarlos para la escuela, situación que motivaba la ausencia de estudiantes hasta por dos y tres días.

Ahora voy a ir más flojo

“Voy a ir más flojo. Será una gran ayuda económica, ahora gastaré menos en la alimentación de mis hijos, porque los recursos económicos están escasos”, dijo Virgilio Reynoso, un chofer pensionado que tiene tres hijos que cursarán el cuarto, quinto y séptimo de básica, al referirse a la Tanda Extendida.

Ahí se resuelve eso

De su lado, Reyna Sosa, quien tiene una niña que cursará el octavo grado, explicó que ahora los muchachos estarán menos en las calles. “Antes cuando mi hijo estudiaba hasta las 12 se me dificultaba trabajar, ahora será diferente”.

“Hay muchos niños que no tienen el sustento para ir a la escuela, ahora tendrán asegurado su desayuno, comida y merienda. Ahí se resuelve eso”.

Madres solteras podrán emplearse fuera del hogar

Para Jovanna Peña, la escuela es una obra beneficiosa para la comunidad, ya que muchos padres dejarán de pagar moto-concho, y tendrán menos preocupación a la hora de buscarle el desayuno y el almuerzo. “Eso va a estar solucionado gracias a la iniciativa del presidente Danilo Medina”.

Agregó que la Tanda Extendida les da la opción de poder trabajar. “Las madres solteras tendrán tiempo para emplearse fuera del hogar, ya que los niños estarán bien cuidados, aprendiendo y estudiando¨.

Las ventas se dispararon

Además de maestra, Dominga Guzmán es una pequeña comerciante que tiene un colmado en el sector Brisas del Canal, barrio con unos 20 años de instalado.

Dominga afirma que con la construcción de la nueva escuela las ventas en su colmado se dispararon. “Vendí muchos refrescos; las ventas llegaron hasta a dos mil pesos diarios. Con las ganancias pude resolver algunos problemas de la casa”.

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