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Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El presidente Barack Obama se convirtió ayer en el primer mandatario estadounidense que recorre una prisión federal durante su gestión, al visitar el centro correccional El Reno, en el estado de Oklahoma.

El recorrido forma parte de la estrategia de la administración a fin de impulsar una reforma del sistema penal y reducir la abultada población carcelaria en Estados Unidos.

Obama se reunió con funcionarios, personal penitenciario y seis delincuentes no violentos que cumplen sentencias en el lugar, destacó la televisora NBC News.

Estos son jóvenes que cometieron errores, no tan diferentes de los cometidos por mí o por ustedes. La diferencia es que no tenían estructuras de apoyo, no les hemos dado segundas oportunidades ni recursos que les permitan sobrevivir a esos errores, aseguró el gobernante a periodistas tras reunirse con los reclusos.

Creo que tenemos una tendencia a pensar que es normal que muchos jóvenes terminen en nuestro sistema de justicia criminal. No es normal. No es lo que sucede en otros países, agregó.

Además de reunirse con funcionarios y reos, el mandatario concedió una entrevista para un documental que transmitirá el canal HBO sobre las realidades del sistema de justicia criminal.

La Casa Blanca busca promover una reforma del sistema judicial y llamar la atención sobre las injusticias presentes en buena parte del sistema penal norteamericano.

Hace dos días, durante la Convención Anual de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, que sesionó en Filadelfia, el mandatario insistió en cambiarle el rostro al sistema penitenciario.

En este sentido, pidió reducir o eliminar las sentencias mínimas obligatorias por delitos de drogas no violentos, reconsiderar la incomunicación de los presos y reforzar los programas de capacitación laboral para quienes están tras las rejas.

Instó a los estados a restaurar los derechos de los reos para que puedan votar, así como deshacerse de las leyes que obligan a los empleadores a preguntar por los antecedentes penales en las solicitudes de trabajo, una práctica que, reconoció, afecta de manera desproporcionada a las minorías.

También exhortó al Capitolio a aprobar una ley de reforma de sentencias penales antes de fines de año.
Estados Unidos tiene la tasa más alta de encarcelamientos en el mundo, con más de 2,3 millones de personas en prisiones federales, estatales y locales; con algo más del cuatro por ciento de la población global, la nación norteña cuenta con un 25 por ciento de los presos del orbe.

Obama quiere que el Congreso lo autorice a ser más flexible en la concesión de medidas de gracia a presos que hayan cumplido ya diez meses de cárcel por un delito no violento.
El lunes, Obama conmutó las sentencias de 46 prisioneros federales por cargos de drogas no violentos.

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