Daniel Santana, integrante del equipo de la Secretaria de Comunicaciones, miembro del Comité Intermedio Antonio Acevedo en Cristo Rey, es pionero en la conceptualización y ejecución de una línea gráfica para el Partido de la Liberación Dominicana. Junto a un grupo de jóvenes entonces que ingresaron al PLD, logrando multiplicar con imágenes las ideas y conceptos del fundador y líder histórico, el profesor Juan Bosch.
Este militante logró combinar sus inclinaciones por las artes graficas con la vida política en la oportunidad que le dio el PLD.
Tuvo la suerte de que cuando optó por organizarse en el partido recién fundado, encontró sus hermanos allí, consolidando, desde los inicios, una familia de peledeístas.
Su larga experiencia y militancia llevan al entrevistado de Vanguardia del Pueblo a resaltar la capacidad de la dirección política del Partido de bordear tempestades y malos tiempos y salir de ellas, fortalecidos.
“A las situaciones de dificultades no se le da de lado, se enfrentan” nos dice el compañero Daniel Santana significando así que es ahí en donde está la clave de los éxitos.
Con un consejo concluye este enfoque de inicio de la conversación, que lo hace a modo de reflexión “Debemos evitar el triunfalismo”. Y al decirlo invita a compañeros y compañeras a no dormirse y trabajar siempre.
El mismo día en que los renunciantes dirigentes del PRD en la capital, siguiendo al Profesor Juan Bosch, se quedan con la sede nacional de esa agrupación, Daniel Santana estaba con un grupo de jóvenes pintando de gris el local del partido blanco en San Pedro de Macorís.
Se utilizó ese color por su neutralidad, ya que se conocía de la renuncia de Bosch, que anunció un nuevo partido, pero que no se contaba con simbología y color. Simplemente era un proyecto, bien concebido, pendiente de materialización.
Con esa experiencia Daniel Santana se traslada a la ciudad capital, en 1974, en donde descubre que sus hermanos, residentes en el ensanche La Fe, también se habían enrolado en el nuevo partido.
Con sus hermanos Ramón y Ruddy Santana, los hermanos Tamayo, Rafael Gonzáles, Héctor Mojica, se convierte en fundador del Comité Intermedio Antonio Duverge en el Ensanche la Fe.
Ese comité comenzó a funcionar en una pequeña casa de madera en la calle Francisco Villa Espesa de donde se trasladó al local donde aún funciona y en el que se han llenado hermosas páginas a favor de la democracia y en la consolidación del PLD.
Recuerda a Nelson Arias, Juan Ureña, Guaroa Guzmán, Juan Octavio Ceballos y el fenecido Osiris Guerrero, como de los primeros activistas del Comité Intermedio.
Por medio del activista llegaban las directrices e informaciones de la dirección del Partido y a su vez llevaban a la dirección partidaria, los informes del curso que iba tomando el Partido en ese lugar.
Las inquietudes de Santana por las artes graficas le llevan a la Casa Nacional del PLD en los momentos iniciales del partido que requería de mucha propaganda y presencia visual para dar a conocer la organización que fundó Juan Bosch.
Su condición de estudiante de arquitectura refuerzan ese aspecto, integrándose bien temprano a una pequeña brigada de jóvenes que trabajaron todo lo que tenia que ver con los gráficos: Pintura, murales, letreros, impresión, serigrafía, dibujo, etc.
De ese grupo inicial recuerda a Sixto Gonzáles, Andrés Fermín, Pedro Sánchez, Eddy Feliz, Ángel Casado, Héctor Mojica, Adan Bodden y el ahora médico José Orlando Bidó, hijo del compañero José Joaquín Bidò Medina, fundador del PLD).
Daniel se excusa con antelación porque cada vez que se citan nombres, otros se quedan.
De ese tiempo recuerda unos letreros hechos en moldes de cartón con pintura en aerosol (spray) con la consigna “Tarea de esta vez, legalizar al PLD”.
El grupo se llamó Sección Gráfica, que pertenecía a Prensa y Propaganda. “Todo lo que tenia que ver con artes gráficas era responsabilidad de nosotros” afirma el entrevistado de Vanguardia del Pueblo, recordando la tirada de folletos y documentos internos en mimeógrafos, luego una pequeña imprenta del sistema Offset, la pintura de tarimas y camiones para los actos del Partido y campañas electorales, letreros, serigrafías, banderas, banderines.
De la serigrafía, refiere, fue una escuela para ahora importantes artistas, citando a Tony Capellàn, Daniel Espino y otros.
Aquí hace una pausa para manifestar los aportes de grandes maestros de la pintura como el recién fallecido Ramón Oviedo, Alberto Bass y Ada Bálcacer. Dijo que de ellos recibieron orientaciones directas.
“En la campaña de 1990 recuerdo un mural enorme con el rostro del Profesor Juan Bosch que hiciera Oviedo y que se colocó a la llegada a la ciudad capital en un edificio a la entrada de la ciudad por el puente Juan Pablo Duarte”, recrea.
En la entrevista ofrecida por el presidente de la Circunscripción número dos de la ciudad capital, Héctor Mojica, publicada en Vanguardia del Pueblo, recuerda un pasaje vivido con el Profesor Juan Bosch sobre la mezcla de pinturas hasta conquistar el color morado.
Daniel Santana al igual que Mojica refiere que el profesor Juan Bosch presentó la proporción de la mezcla de rojo y azul y que se debía mezclar con un agitador liso, no poroso.
En la práctica fue muy difícil llegar al color de pintura morado, porque fundamentalmente las pinturas carecían de la pigmentación requerida.
Esa imposibilidad lleva a que no se consiguiera tanta pintura morada, que permitiera pintar paredes completas.
“Lo que hicimos fue utilizar un color arena y decorarlo con líneas moradas y en el centro colocar un circulo morado con la estrella amarilla” declaró Daniel explicando la formula del equipo gráfico para presentar los colores del PLD.
Avaló lo que en una entrevista anterior había declarado Héctor Mojica de que eran tantos los pedidos de pintura morada, que en principio lo mezclaba una ferretería de la calle Mella en el centro de la capital, centro comercial que llevó la idea a una de las fabricas locales para producir una pintura de color morado de donde surge el color “Morado PLD”, distintivo como se conoce, en acrílica o aceite, la pintura que usa el Partido de la Liberación Dominicana para su propaganda o embellecer y adornar sus locales.
Daniel Santana, en una conversación cargada de ejemplo y de recordatorio de momentos estelares en la vida del PLD, nos dice con mucha satisfacción que fue el profesor Juan Bosch, quien enseñó aquí los conceptos del marketing político, llevado a lo gráfico.
En ese orden recuerda que en los primeros años se decidió que los locales que se tenían se pintaran iguales. Un apartamento, un rancho en un campo, una casa de un barrio se pintaba igual. “Fue la primera idea de un partido unificado, reflejado en su línea Gráfica», completa la idea, para a seguidas afirmar que se le puso a él al frente de una brigada que se trasladaba de pueblo en pueblo pintando los locales del Partido.
Nos afirma que arrancaban desde la Casa Nacional en una camioneta al inicio de semana y regresaban al final. Dormían y comían en las casas de los compañeros y compañeras de los pueblos donde pintaban.
En este punto cita la pintura en proyección que se realizaba. Se trataba de la proyección de una silueta, la que se dibujaba y posteriormente se coloreaba. Así pintaron en todo el país el rostro de Juan Bosch y los murales imponentes de las primeras campañas electorales del PLD.
El trabajo gráfico no se circunscribía al partido como tal, también apoyaban los llamados frentes de masa en los que incidía el PLD como clubes, sindicatos, gremios, asociaciones estudiantiles, juntas de vecinos y otras tantas formas de organización que se imponía a los militantes del PLD, de ese tiempo.
En su relato, Daniel Santana ponderó los resultados en la formación de sus miembros de un Partido que exigía.
Como ya lo dijo, combinó su calidad de miembro dirigente del Comité Intermedio Antonio Duvergé en el Ensanche La Fe con el de responsable de áreas de la sección gráfica.
Una tarea no podía restarle a la otra. “Teníamos que hacerlo todo. No se podía pedir mucho permiso. Se tenia que ser militante” apunta nuestro entrevistado confesando que eso lo marcó y permitió su organización.
Por su condición de dirigente de un Comité Intermedio, por sus responsabilidades en el área grafica, porque recibió entrenamientos para la seguridad y por la receptividad que el profesor Juan Bosch siempre tuvo, Daniel Santana se manejó cercano al gran intelectual y político.
En el aspecto gráfico era un permanente supervisor y crítico de los trabajos que se realizaban, por lo que estaban cerca.
En varios momentos le correspondió estar en la casa del profesor Bosch, quien interactuaba con quienes allí estaban siempre.
Refiere que hubo un pasaje que al igual que a Héctor Mojica lo marcó. “La forma como comenzó a mezclar la pintura hasta conseguir el morado que ha identificado al PLD. Removió la mezcla de azul y rojo con un cuchillo de mesa y no dejó caer una gota”
Entiende Santana que experiencia en el arte y una larga vida, colaborando con intelectuales y propaganda política en otros países, le dieron esa experiencia.
Concluido ese tema, que lo desarrolló a solicitud de los entrevistadores, Daniel Santana volvió a reflexionar sobre el Partido y su futuro.
Nos dice que no es de lo que plantea volver por volver a prácticas anteriores, pero si se debe retomar lo que dio resultado. “Tenemos cosas que debemos adecuar” explica. Y a seguidas apunta que los tiempos demandan una organización más consecuente.
Entiende que la masificación ha hecho que se pierda el reconocimiento por los méritos y eso debe rescatarse.
“También debe imponerse un régimen de consecuencias; lo mal hecho, lo que se aparte de las normas y compromisos, tiene que sancionarse” concluye.