París, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El primer ministro de Francia, Manuel Valls, defendió que la respuesta a la actual crisis migratoria es europea, pero una solución duradera solo se encuentra en los países de origen de los indocumentados.
Mientras en la norteña ciudad de Calais continúa el conflicto de miles de extranjeros que intentan cruzar el eurotúnel para llegar al Reino Unido, el jefe de Gobierno recordó la responsabilidad de los países europeos ante el fenómeno migratorio.
Valls declaró a la prensa que no obstante, la solución está en primer lugar en África, con la resolución allí de los conflictos que impulsan a la gente a abandonar sus naciones.
En referencia a la gravedad del asunto, comentó que los foráneos llegados al denominado viejo continente son muchos y «la cifra de muertos en el mar (en las travesías en el Mediterráneo) es terrible». Según el primer ministro, ante la crisis se necesitan reglas y todos los que se hallan en situación irregular, deben ser reconducidos a las fronteras.
Respecto a los centros de acogida, opinó que no constituyen una solución duradera y no pueden recibir en ellos una cantidad de personas superior a lo concretamente posible.
Por eso, «habrá que reconducirlos a la frontera», aunque «no sea una buena opción para ellos».
Las declaraciones de Valls responden a críticas vertidas por la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, quien sostuvo que la clase política francesa siempre descarga las responsabilidades más allá de sus fronteras, y no asume la que le corresponde.
«Nicolas Sarkozy (expresidente) tiene una responsabilidad histórica en el agravamiento de los flujos de migración clandestina en nuestro país», aseveró, pues «fue él quien desestabilizó Libia».
Tras la invasión de Occidente en 2011, esa nación cayó en una severa crisis interna con enfrentamientos violentos por el poder, lo que ha favorecido el incremento de las mafias dedicadas a traficar personas a través de este territorio.
En los últimos tiempos crecieron los cuestionamientos que culpan a Europa y Estados Unidos del caos migratorio, por su rol desestabilizador con las intervenciones realizadas en países de África y Medio Oriente.
También es criticada la respuesta europea ante el fenómeno, pues se centra en medidas de fuerza como una misión naval contra el tráfico de personas, pero no en medidas integrales como ampliar los canales para la migración legal.