Sao Paulo, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Representantes de varios gremios y del Partido de los Trabajadores (PT) manifestaron hoy su respaldo a la democracia y el estado de derecho en Brasil durante un acto realizado frente al Instituto Lula.
Poco después del mediodía comenzaron a concentrarse unas cinco mil personas en las afueras del Instituto, en el barrio de Ipiranga, en Sao Paulo, para mostrar su apoyo al exmandatario y el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Con gritos de «no va haber golpe» los manifestantes dijeron que salieron a las calles para repudiar los intentos de grupos de oposición de desestabilizar la nación.
Gerardo Antonio de Freitas miembro del sindicato de los Metalúrgicos ABC, reconoció que la economía atraviesa por dificultades, pero aclaró que no puede culparse al gobierno de estos problemas.
La culpa la tiene el Congreso nacional, el cual obstruye y frena las medidas del gobierno para mejorar la situación y busca crear un clima de descontento nacional, aseveró.
Para Aroaldo Oliveira da Silva, vicepresidente de ese gremio, con esta movilización demostramos nuestro desacuerdo con los llamados a la destitución de Rousseff que suceden en la protesta de grupos de oposición en esta urbe.
El movimiento de trabajadores está aquí para defender la democracia y reafirmar que también una parte de la sociedad brasileña está igualmente en la calle, pero para apostar por la estabilidad política y económica, subrayó, según la agencia Brasil.
Se trata de una concentración simbólica y para recordar a la oposición que no permitiremos una ruptura de la democracia en Brasil, indicó por su parte Adi dos Santos Lima, presidente da Central Única de los Trabajadores (CUT) en el estado de Sao Paulo,.
Además de los metalúrgicos y la CUT, participaron en ese acto el sindicato de los profesores, de los empleados de bancos y del sector químico de este estado, el más importante y de más poblado de esta nación suramericana.
La movilización ocurrió en momentos en que en las principales ciudades de 25 estados de Brasil se registraron protestas y marchas en contra del gobierno y la corrupción y la jefa de Estado.
