Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La Casa Blanca urgió al Congreso a que tome medidas para controlar la violencia armada en Estados Unidos, luego de que en la mañana de ayer fueran ultimados a tiros en Virginia una periodista y un camarógrafo mientras informaban en vivo.
El jefe de prensa del Ejecutivo, Josh Earnest, señaló que «hay cosas de sentido común» que el Legislativo puede hacer para reducir la incidencia de hechos como este.
Tras este otro ejemplo de violencia armada que se está convirtiendo en «algo demasiado común», el portavoz hizo notar que el presidente Barack Obama ha insistido en la necesidad iniciativas dirigidas a controlar el uso de armas.
Obama ha abogado por legislaciones más restrictivas sobre el porte y uso de armas desde la sucesión de matanzas que tuvieron lugar en 2012, incluida la de una escuela de Newtown, Connecticut, donde murieron una veintena de niños.
«Los pensamientos y oraciones de todo el mundo en la Casa Blanca están con las familias de los que murieron», dijo Earnest en referencia a Alison Parker, de 24 años, y Adam Ward, de 27, quienes fueron asesinados a las 06:45 hora local de este miércoles, cuando realizaban un entrevista en directo la plaza Bridgewater en Moneta, Virginia.
La entrevistada también resultó herida, y fue trasladada luego a un hospital.
Según el alguacil del condado de Franklin, Bill Overton, el autor de la matanza, Vester Lee Flanagan -conocido en los medios como Bryce Williams y también empleado de la cadena local WDBJ7-, murió hospitalizado alrededor de las 13:30 hora local tras disparar contra sí mismo.
Las autoridades informaron inicialmente sobre el suicidio de Flanagan, pero luego trascendió que este fue trasladado a un hospital en estado muy grave.
Hasta el momento, no se ha establecido el motivo del trágico hecho, indicaron los investigadores a cargo.
Flanagan habría filmado un video que luego fue subido a internet y en el cual se observa su pistola, mientras que en las imágenes filmadas por el propio camarógrafo antes de morir se escuchan al menos ocho disparos.
A continuación, la cámara cae al suelo y capta las piernas del agresor, mientras se escuchan gritos.
Este miércoles, un juez estadounidense sentencia a cadena perpetua -o tres 318 años de cárcel- a James Holmes, autor de la masacre del 20 de julio de 2012 en un cine de Aurora, Colorado, que provocó 12 muertos y 70 heridos.
De hecho, se formalizaron 12 cadenas perpetuas por cada uno de los fallecidos.
El magistrado Carlos A. Samour Jr., quien anunció su decisión tras escuchar durante dos días los testimonios de los sobrevivientes del ataque, no pudo condenarlo a la pena capital pues a principios de agosto el jurado del caso no logró una votación unánime para imponerle ese castigo.
«Es la decisión de esta corte que el acusado nunca vuelva a poner un pie en la sociedad’, dijo Samour Jr., quien agregó: «Si hay algún caso que merezca una pena máxima, es este. El acusado no merece ningún tipo de simpatía».
Holmes estaba acusado de asesinato de primer grado y otros 140 intentos de homicidio y por la tenencia de explosivos.