Buenos Aires, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) Tras desatar el caos público en la elección provincial en Tucumán, la oposición argentina ahora intensifica su acción de cara a los venideros comicios en Chaco y el sufragio general de octubre.
Acompañados por una avalancha mediática antigubernamental, desde ahora los líderes opositores azuzan la idea de fraude en las próximas dos escalas del calendario electoral.
Incluso el candidato derechista Mauricio Macri, de Propuesta Republicana (PRO), advirtió este miércoles que lo sucedido en Tucumán «es un llamado para lo que va a pasar en Chaco y en octubre», y reiteró sus denuncias de presuntos timos electorales.
«Como no pueden ganar en las urnas, entonces intentan violentar la voluntad popular de la mayoría agarrándose de cualquier medio. Y lo acontecido en Tucumán es reflejo de eso», dijo a Prensa Latina el diputado nacional Horacio Pietragalla, del Frente para la Victoria (FpV).
En esa línea coincidió el legislador Carlos Raimundi, de Solidaridad e Igualdad, quien se refirió a «claros intentos de alterar el orden democrático».
«Se evidencia que hay un plan definido para deslegitimar el proceso electoral democrático en Argentina, y se puede interpretar estos sucesos en Tucumán como un ensayo de lo que la oposición quisiera o intentará hacer en las elecciones generales de octubre», expresó Raimundi a Prensa Latina.
En tierra tucumana el domingo más de un millón 600 mil personas estaban habilitadas para elegir al nuevo gobernador, su vice, 49 legisladores del parlamento provincial, 19 intendentes y más de mil 500 concejales distritales.
El conteo provisorio arrojó que el ganador por 14 puntos para ocupar la Gobernación fue el candidato del Frente para la Victoria (FpV), el exministro de Salud Juan Manzur. El gran derrotado fue el radical José Cano opción que presentó la alianza Acuerdo para el Bicentenario (ApB) en la que se agrupó toda la oposición nacional.
El gobernador y candidato presidencial del FpV, Daniel Scioli, pidió a los dirigentes de la oposición que «dejen de generar dudas» sobre los comicios tucumanos y los llamó a «tener la grandeza de reconocer el resultado contundente» que le dio el triunfo a Manzur.
En una provincia que históricamente apoyo al peronismo, y a partir del 2003 en su fase de kirchnerismo, el FpV también se adjudicó la gran mayoría de las bancas de la Legislatura Provincial, 13 de las 19 intendencias con posibilidades de ocupar otras dos, y tan solo perdió en cuatro, reveses que reconoció.
Igualmente, sus aspirantes obtuvieron la mayoría de los puestos en los Consejos Deliberantes, así como los escaños en juego para el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación, pero los opositores rechazaron el resultado.
Luego de quemas de urnas en tres localidades el domingo, hechos por los que fue arrestado un candidato a concejal por la coalición opositora, sus líderes intensificaron sus denuncias de fraude, el lunes se vio interrumpido el conteo provisorio de votos cuando iba por más de 81 por ciento y esa noche se produjo una manifestación.
Alentada por el liderazgo opositor, la protesta se tornó violenta cuando un grupo de manifestantes intentó asaltar el Palacio de Gobierno y atacó a piedrazos a los guardias de esa sede. La policía intervino, hubo una veintena de arrestos y varios heridos, incluidos agentes.
Luego de alegar fraude y exigir el recuento de las boletas, la oposición en una intensificación de su ofensiva pasó el martes a exigir la anulación de ese ejercicio ciudadano y convocatoria a nuevas elecciones, al tiempo que convocó a una nueva manifestación efectuada anoche.
La Junta Electoral Provincial desmintió que hubiera fraude, rechazó la nulidad del sufragio e inició el escrutinio definitivo de los votos anoche bajo la supervisión de fiscales de todos los partidos en contienda en Tucumán.
Como parte de la campaña agitadora, los líderes de los frentes que compiten con el FpV por la Presidencia efectuaron este miércoles una conferencia de prensa conjunta, con gran acompañamiento mediático, para exigir según dijeron transparencia en el recuento oficial de las boletas en Tucumán.
En uno de los lujosos salones del Hotel Sheraton de Buenos Aires convergieron la tarde del miércoles Macri, Sergio Massa, de la coalición Unidos por una Nueva Alternativa; Margarita Stolbitzer, del Frente Progresista; Ernesto Sanz, de la Unión Cívica Radical, más sus líderes en el Congreso e invitaron al perdedor en Tucumán José Cano.