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París (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La Organización Mundial de la Salud (OMS) abogó en la conferencia de la ONU sobre el clima por el logro de un nuevo acuerdo climático vinculante que tome en cuenta entre sus propósitos los beneficios a la salud pública mundial.

Representantes y expertos de la OMS ofrecieron en el Parque de Exposiciones de Le Bourget, sede de la Conferencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21/CMP11), una conferencia de prensa sobre los vínculos del enfrentamiento al cambio climático, la contaminación del aire y la salud de las personas.

A lo largo de los últimos 50 años, las actividades humanas, y en particular la combustión de combustibles fósiles, han liberado cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero suficientes para afectar al clima mundial.

La concentración atmosférica de dióxido de carbono, gas que atrapa más calor en las capas bajas de la atmósfera, aumentó en más de un 30 por ciento desde los tiempos anteriores a la revolución industrial.

Los consiguientes cambios del clima mundial conllevan una serie de riesgos para la salud, tales como el aumento de la mortalidad por las temperaturas extremadamente elevadas o el cambio de la distribución de las enfermedades infecciosas.

La contaminación del aire en las viviendas y la contaminación atmosférica cada año provocan unos 4,3 millones y 3,7 millones de defunciones, respectivamente.

Maria Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Determinantes Medioambientales y Sociales de la Salud de la OMS afirmó que es necesario un acuerdo vinculante que ralentice el ritmo del cambio climático global, los eventos meteorológicos extremos y los contaminantes del aire que también calientan el planeta, así como que el mismo tenga un enorme potencial para salvar vidas en todo el mundo en las próximas décadas. Según reporta la entidad especializada en salud de la ONU, el cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial en este siglo, y por ello se lanzó un llamamiento a la acción para sensibilizar acerca de las oportunidades de mejorar la salud que presenta la lucha contra el cambio climático.

Para el criterio de expertos de la OMS, el nuevo acuerdo a alcanzarse en París podría ser el documento más importante en 100 años en materia de sanidad, pues no solo daría oportunidad de frenar el calentamiento global y sus consecuencias, sino que permitirá importantes beneficios para la salud, reduciendo los costos sanitarios.

El cambio climático, señalan, influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud, a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura.

Se prevé que entre 2030 y 2050 este fenómeno global causará unas 250 mil defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.

El coste de los daños directos para la salud (excluyendo los costes en los sectores determinantes para la salud, como agricultura, agua y saneamiento) se sitúa entre dos mil y cuatro mil millones de dólares hasta 2030.

También, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero mediante mejoras del transporte y de las elecciones en materia de alimentos y uso de la energía pueden traducirse en mejoras de la salud, en particular a través de la reducción de la contaminación atmosférica.

Por otro lado, las temperaturas extremas del aire contribuyen directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo entre las personas de edad avanzada. En la ola de calor que sufrió Europa en el verano de 2003, por ejemplo, se registró un exceso de mortalidad cifrado en 70 mil defunciones.

Las temperaturas altas provocan además un aumento de los niveles de ozono y de otros contaminantes del aire que agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Los niveles de polen y otros alérgenos también son mayores en caso de calor extremo. Pueden provocar asma, dolencia que afecta a 300 millones de personas.

El cambio climático causará anualmente unas 250 mil defunciones adicionales entre 2030 y 2050; 38 mil por exposición de personas ancianas al calor; 48 mil por diarrea; 60 mil por paludismo; y 95 mil por desnutrición infantil.

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