Viena, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La capacidad de producción de electricidad de las plantas de energía en todo el mundo que dependen del agua se afectará en más del 60 por ciento por el calentamiento global, revela un estudio publicado hoy.
Según el artículo, divulgado en la revista Nature Climate Changes, informes de la ONU sobre el cambio climático sostienen que el agua se va a volver cada vez más escasa, irregular y caliente.
Sobre esa base, un grupo de investigadores del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (Iiasa) de este país analizó cómo afectará el calentamiento global a la producción de energía eléctrica que depende de ese recurso.
Para ello, contaron con los datos de ubicación, capacidad, potencia o tecnología usada de 24 mil 515 centrales hidroeléctricas y otras mil 427 termoeléctricas, que tienen el 78 por ciento y un 28 de la capacidad instalada en el mundo, respectivamente.
Según el Iiasa, las centrales hidroeléctricas y termoeléctricas (que incluyen las alimentadas por combustibles fósiles, biomasa y las nucleares) aportan el 98 por ciento de la producción eléctrica mundial.
En tal sentido, el coautor de la investigación Keywan Riahi dijo que el cambio climático afecta a los recursos hídricos, ya que disminuyen las precipitaciones y cambia la temperatura del agua.
La pesquisa arrojó que Estados Unidos, Suramérica, África del Sur, América Central, el sur de Europa, el sudeste de Asia y el sur de Australia son las regiones más vulnerables.
A propósito de ello, el Iiasa propone medidas para adaptarse a los impactos del cambio climático, tales como aumentar la eficiencia, sustituir el carbón por centrales de gas más eficientes y el uso de agua de mar o aire para la refrigeración.
La investigadora que lidera el proyecto, Michelle Van Vliet, consideró que de cumplirse esas propuestas, se podría mejorar la gestión del agua durante los períodos de sequía y mantener la seguridad energética en las próximas décadas.
Van Vliet indicó que será necesario abordar la producción de electricidad desde la perspectiva de la adaptación al cambio climático, además de la mitigación.