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Bogotá, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La baja récord de los precios del petróleo, la devaluación del peso, los efectos del fenómeno climático de El Niño, las insuficientes exportaciones y una tasa inflacionaria ascendente, hacen hoy sensiblemente complicado el escenario económico de Colombia.

Tal panorama lo asumió el propio presidente Juan Manuel Santos desde el balneario de Cartagena de Indias, donde reconoció la víspera que la situación económica domestica no es la misma que en años anteriores.

Santos, quien se trasladó a la costa caribeña para una reunión de dos días, con el único fin de abordar la agenda inmediata del diálogo de paz en La Habana entre el gobierno y la insurgente FARC-EP, se vio urgido a incluir el tópico económico en su discurso ante muestras de descontento popular en este principio de año.

Varios factores han enrarecido el ambiente socioeconómico en esta nación andina, que han desembocado en lo que se asemeja a un enero caliente, con la mala noticia adicional del crecimiento de la deuda externa, tanto pública como privada.

En ello cuenta la filtración sobre un estudio solicitado para aplicar este 2016 una reforma estructural impositiva, que se especula incluirá el IVA a los alimentos, además del anuncio de impuestos inmediatos más altos en la tenencia vehicular, el alza en los pasajes de aviación y la inconformidad por el salario mínimo dictado para el 2016 por el Ejecutivo.

Los informativos nacionales también se refirieron a otro elemento del incipiente proyecto de ley sobre gravámenes, el cual maneja la exigencia de la declaración de renta para quienes ingresen sobre el equivalente a 600 dólares.

En contraste y como elementos positivos del año que concluye, el mandatario realzó el tópico de que a pesar de la recesión económica internacional, el país alcanzó un 3,2 por ciento de crecimiento del producto interno bruto y que la tasa de desempleo tiene hoy un menor nivel de un 7,3 por ciento.

Resaltó asimismo la creación por su administración de 3,6 millones de plazas de trabajo y que 4,4 millones de personas mejoraron su situación de vida.

También mencionó como seña positiva de la economía el hecho de que se logró una cosecha récord de café el pasado año y el alza alcanzado en el monto de las exportaciones del grano.

Tras mencionar el ambicioso programa de infraestructuras emprendido por su administración, que va a generar más de 400 mil nuevos empleos, destacó, además, la entrega de 100 mil viviendas gratuitas a los pobres y la creación de 450 mil cupos de becas en la educación superior.

No obstante, el inquilino de la Casa de Nariño tampoco pasó por alto las restricciones iniciadas en el país desde el pasado año y el recorte al presupuesto actual de gastos en el equivalente a unos dos mil millones de dólares que, afirmó, tuvieron como causa fundamental la caída del precio internacional del barril de crudo.

En ese sentido, puntualizó que no le temblará la mano si es necesario realizar más recortes adicionales.

Como otro elemento tranquilizador, Santos anunció que su gobierno venderá dos mil millones de dólares en el mercado cambiario para aplacar la prolongada devaluación en picada del peso colombiano.

No obstante, al ciudadano de a pie le preocupa sobretodo la subida de precios de diversos productos de la canasta básica, mientras expertos ven como mal signo un ingreso mínimo de un siete por ciento, que es inferior al Índice de Precios al Consumidor (IPC), cuyo monto alcanzó en el 2015 un subida del 7.26 por ciento.

Asimismo, los sectores populares no quieren un salario mínimo que sólo este por encima de la tasa de inflación, que se comporta ahora en un 6,77 por ciento -superior al cuatro previsto por el Banco de la República-, sino que iguale o supere el indicador del IPC, para que ello no empeore su nivel de vida.

De otro lado, gravita en el ambiente el anunció de las centrales obreras locales y otras fuerzas políticas de izquierda, que amenazaron con protestas y paros si no se mejora el monto del salario mínimo, en tanto prometen rechazar la privatización de la planta generadora de Isagén y de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá.

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