Naciones Unidas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La Asamblea General de la ONU celebró este lunes una sesión plenaria especial para recordar la primera reunión del principal órgano deliberativo de la organización, el 10 de enero de 1946 en Londres.
En el foro de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas, altos funcionarios pasaron revista a los logros del ente mundial en sus siete décadas y a los desafíos que tiene ante sí. Pensemos en todos los tratados adoptados por la Asamblea en función de los derechos de las mujeres y los niños, del fin de la tortura y del racismo, y del apego a las leyes internacionales, afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
De acuerdo con el diplomático, el órgano ha sido «un verdadero parlamento de todos los pueblos», lo que volvió a ocurrir en septiembre pasado, con la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El 22 de abril, nos volveremos a reunir aquí, donde los líderes mundiales regresarán una vez más, en esta ocasión para firmar el Acuerdo de París sobre el cambio climático, dijo en su discurso.
Ban advirtió que resoluciones de la Asamblea General no han sido cumplidas, pese a representar una postura común acerca de importantes temas.
Asimismo, llamó a trabajar con unidad y decisión ante el reto que significa la existencia de millones de personas golpeadas por la pobreza, el hambre, la discriminación, las guerras y los desastres naturales.
Por su parte, el presidente de la Asamblea en su 70 período de sesiones, el danés Mogens Lykketoft, recordó que el Westminster Central Hall de la capital británica acogió el 10 de enero de 1946 a los 51 países entonces integrantes de Naciones Unidas, sesión presidida por el colombiano Eduardo Zuleta Ángel.
Después de los horrores de la guerra, la destrucción, el genocidio y las bombas atómicas (lanzadas por Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945), el mundo encontró la única manera posible de buscar el camino hacia la paz, la justicia, los derechos humanos y el progreso social, señaló.
De acuerdo con Lykketoft la Asamblea General de la ONU constituye el verdadero espacio en el cual los pueblos, grandes y pequeños, son escuchados.
Para el diplomático, el espíritu que llevó a la creación del órgano debe guiar a la comunidad internacional a resolver grandes retos, como la erradicación de la extrema pobreza, la crisis de refugiados, los conflictos y el extremismo violento.
«No será fácil, ni podremos solucionar todos los problemas, pero debemos y tenemos que hacer lo imposible para sumar cuantos corazones sea posible», subrayó.