Washington, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) La jueza Jane Kelly emerge como una probable opción de consenso para llenar la vacante dejada en la Corte Suprema por la muerte del magistrado conservador Antonin Scalia.
La propuesta aún no es oficial y emergió de un informe publicado por el diario The New York Times sobre las gestiones de la Casa Blanca para llenar la vacante en el máximo tribunal.
Sin embargo, según trascendidos, si Obama selecciona a Kelly, con ello presionará a los senadores republicanos que prometieron en repetidas ocasiones que no van a llevar a cabo audiencias ni votaciones sobre el candidato del presidente.
El problema radica en que Kelly obtuvo previamente el apoyo de los republicanos y los demócratas para su actual cargo como juez de apelaciones, y fue confirmada por el Senado de manera unánime en 2013.
Defensora pública de carrera, la magistrada fue respaldada entonces por el senador Charles Grassley (R-Iowa), actual presidente de la Comisión de Justicia del Senado.
Su nominación permitirá a Obama y sus aliados demócratas aumentar la presión sobre Grassley para que considere audiencias y un voto de confirmación.
Esa opción es apoyada por una encuesta de CNN/ORC divulgada este jueves, en la cual dos tercios de los estadounidenses favorecen las audiencias en el Senado para el reemplazo de Scalia.
Según la pesquisa el 58 por ciento de los encuestados dijeron que quieren que el presidente Obama a nombre un reemplazo para Scalia este año, mientras que el 41 por ciento dijo que preferirían el asiento permanezca vacante hasta después de las elecciones de noviembre.
Estas posiciones se apartan de la postura de la mayoría de los republicanos del Senado, que no quieren trabajar para facilitar la acción del gobierno.
Esto es algo que contrasta con los resultados del sondeo, según el cual más republicanos (67 por ciento) que los demócratas (60 por ciento) dijeron que quieren que en el Senado la candidata tenga audiencias.
En la actualidad la Corte Suprema está dividida 4-4, de ahí las disputa por un lugar que puede inclinar la balanza hacia una posición más liberal o conservadora.