Representantes de la oposición en Alemania demandaron cambios en la política de expulsiones aplicada en varios Estados federados.
Según reportes de la prensa local, sobre todo en el Estado de Meclemburgo-Pomerania Occidental, casi la mitad de las personas expulsadas en enero eran menores de edad.
Conforme a las respuestas a una interpelación de la bancada del Partido de la Izquierda en el parlamento regional, en enero hubo 108 deportaciones, 49 de las personas eran niños.
En vista de estas cifras, el diputado regional del Partido de la Izquierda, Peter Ritter, exigió revisar la política actual, «pues el interés superior del menor de edad siembre debe tener prioridad».
Mientras, también la colaboración política de Alemania y Bruselas con el Estado turco provoca debates.
Hace unos días, la organización Amnistía Internacional reprochó al gobierno turco expulsar a refugiados ilegalmente a Afganistán.
Unas pocas horas después de la firma de un convenio sobre el trato de refugiados entre Bruselas y Ankara, las autoridades turcas expulsaron a 30 refugiados afganos, dijo Amnistía Internacional.
Según la organización, estas personas no tenían acceso a al procedimiento legal de asilo.
Por ello, el Estado turco ha violado varias normas legales internacionales, agregó.
