Caracas, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El Comandante Antonio García, del insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), ratificó hoy que toda la sociedad colombiana participará en los diálogos de paz con el gobierno, cuyas primeras sesiones serán antes de junio, en Ecuador.
En entrevista con Prensa Latina, el jefe de la delegación al anuncio en Caracas de estas pláticas confirmó que con los representantes del ejecutivo de Juan Manuel Santos, acordaron que en menos de dos meses inicien su trabajo las mesas públicas en Quito.
Las sedes serán rotativas, precisó, y en cada ciclo se decidirá a que país le corresponde la próxima cita entre otros cuatro sin un orden preestablecido, que son Cuba, Venezuela, Chile y Brasil, con Noruega además como sexto garante.
García explicó que en este proceso para poner fin a un conflicto armado que ya dura más de 50 años sostenido, será clave la experiencia de otros en estas negociaciones, y aunque no deja de ser complejo resultará más práctico políticamente, con amplio respaldo a nivel global.
Será además un aporte importante de la comunidad internacional y sobre todo de naciones del continente comprometidas con la decisión de junio de 2014 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de convertirse en una zona de paz.
Para la fase pública de las conversaciones ELN-Gobierno no habrá acompañantes, y los días de receso entre cada etapa serán siempre inferiores a los del periodo de trabajo, resaltó García.
Asimismo argumentó que la participación de la ciudadanía es cardinal en un proceso que recién comienza y podrá durar años, tal como se apreció en encuentros exploratorios desde enero de 2014 y hasta la fecha, en Ecuador, Brasil y Venezuela, con el acompañamiento de Cuba y Chile.
También insistió en que para alcanzar un nuevo escenario de distensión, es medular que desde el mismo diseño del primer punto de una agenda de seis se llegue a consenso con la metodología relacionada con el aporte del pueblo, de sectores históricamente marginados, los sin voz.
Estas pláticas no son solo entre el ELN y el Gobierno colombiano, acotó, es un asunto transversal al resto de los puntos como democracia, atención a las víctimas, el fin del conflicto, o la implementación de los acuerdos, apostilló.
Para el veterano miembro de la dirección del ELN se trata de que en este novedoso ejercicio de democracia se incluyan el criterio y las decisiones que señalen para las transformaciones socioeconómicas los indígenas, las mujeres, los negros, también los empresarios, los medios de comunicación, entre otros sectores.
De alguna manera, dijo, será un gran dialogo nacional a lo que están convocando el ELN y el Gobierno colombiano.
Esta exigencia no es de hace un par de años, acotó, es un interés defendido históricamente por el ELN y que ahora ambas representaciones coincidimos en analizar.
Interpelado por las fortalezas y los riesgos del proceso que apenas comienza, García identificó como positivo el hecho de haber acordado una agenda con el Ejecutivo y dar inicio a este acercamiento.
También mencionó amenazas como la presencia y reactivación del paramilitarismo y la negativa del presidente Santos a dialogar en un clima más distendido, de cese bilateral del fuego.
A su juicio es cuestionable que se instalen mesas de conversaciones sin ponerle coto a la violencia, a la persecución de activistas de derechos humanos y de líderes de organizaciones sociales.
El proceso en general debe permitir hacer política de manera legal, sin acudir a las armas, recordó.
Otro obstáculo es que ante nuestra postura firme de defender los recursos naturales- un dilema que saldrá en las deliberaciones a nivel de las regiones y comunidades- el Gobierno insiste en mantener el actual modelo económico que privilegia los intereses de las trasnacionales.
Este dialogo para poner fin al conflicto bélico pasa definitivamente por el impacto del modelo en lo social, lo político, lo ecológico, eso es inevitable, argumentó.
De todas maneras, acotó, se abren muchas esperanzas para millones de colombianos con el.