Bogotá, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) En medio hoy de campañas contra las conversaciones con las FARC-EP el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, adelantó que la respuesta a tales maniobras de sus opositores será una contundente movilización a favor de la paz.
Según el mandatario se trata de un juego sucio, de una estrategia de desprestigio promovida por algunos que no pueden resistir los avances de ese proceso y están desesperados pues se les acabará su oxígeno que es la guerra, dijo.
A su regreso de Londres el gobernante defendió los esfuerzos para terminar el conflicto interno mediante una solución política y particularmente el reciente pacto suscrito entre representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dirigido a garantizar la seguridad jurídica de todo lo consensuado en Cuba.
En esencia tal propuesta plantea elevar a la categoría de Acuerdo Especial y amparado por los convenios de Ginebra, sobre derecho internacional humanitario, el documento final de las pláticas en La Habana, el cual deberá incluir un resumen de todo lo pactado durante más de tres años de debates entre ambas partes beligerantes.
Posteriormente será sometido a su aprobación en el Congreso y a sanción presidencial, a fin de incorporarlo al ordenamiento jurídico interno, de manera que ningún otro Gobierno u autoridad podrá modificarlo o desconocerlo.
El consenso fue celebrado por legisladores, integrantes de movimientos sociales y políticos e incluso por el exfiscal general Eduardo Montealegre, quien explicó que la idea consiste en garantizar un triple blindaje, el primero a lo interno del país, después depositando el documento conclusivo de las conversaciones en Ginebra y finalmente ratificándolo ante Naciones Unidas.
Frente al llamado a un movimiento de resistencia civil para rechazar los pactos con las FARC-EP, realizado por el expresidente Álvaro Uribe, la respuesta será una gran movilización por la paz, insistió Santos.
La derecha siente temor de que la paz se abra paso, comentó el parlamentario Iván Cepeda, uno de los promotores de las reuniones con ese movimiento insurgente, el principal involucrado en la confrontación bélica.
Prolongado durante más de medio siglo, el conflicto ocasionó la muerte a unas 300 mil personas, mientras seis millones permanecen desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil están desaparecidos.