Por Duong Bui*
La Habana, 26 may (PL) Los cubanos recuerdan con mucha frecuencia a Nguyen Van Troi, el héroe vietnamita, pues da nombre a escuelas, fábricas, plazas, un estadio deportivo y avenidas en distintas provincias de la nación caribeña.
«Nguyen Van Troi representa para los jóvenes cubanos un ejemplo por su sacrificio», expresó Sobedia Torres, directora de la escuela primaria del municipio capitalino del Cerro, homónima del mártir vietnamita.
La maestra contó que el joven patriota fue capturado cuando intentaba minar el puente por donde pasaría al día siguiente el entonces secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert McNamara.
McNamara fue uno de los principales estrategas en las operaciones militares que se realizaron en el país asiático de 1961 a 1968.
Durante los cinco meses en la cárcel, pese a torturas y amenazas, Troi nunca reveló los nombres de los otros participantes en aquel atentado y mantuvo firme la convicción de la victoria de Vietnam, agregó Torres.
Para reprimir los movimientos de rebeldía en la nación indochina, los estadounidenses ordenaron al gobierno títere de Saigón proceder al fusilamiento de Troi, añadió.
La directora explicó que frente al pelotón de ejecución, el joven patriota, con apenas 24 años de edad, pidió que no le vendaran los ojos y gritó: «ÂíViva Vietnam! ÂíLarga vida a Ho Chi Minh!». Fue el 15 de agosto de 1964.
De acuerdo con Torres, la acción de Troi conmovió al mundo entero, porque desató movimientos de solidaridad para con el pueblo vietnamita y protestas contra la agresión estadounidense.
La maestra recordó además que aquella generación de los años 60 y 70 del siglo pasado, conoció del mito revolucionario mediante un programa radial llamado «Vivir como él, Nguyen Van Troi, tal como era».
Según Torres, el himno de su escuela honra al mártir vietnamita y frente al centro escolar hay un parque con un monumento dedicado al héroe.
Para sumarse a la solidaridad con el pueblo vietnamita, las insurrectas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela (FALN) ejecutaron en 1964 una acción dirigida a liberar a Troi.
La FALN capturó al agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), en Caracas, Michael Smolen, para realizar un intercambio humanitario.
Pero el canje no se efectuó, ya que luego de liberar al coronel Smolen, Troi fue fusilado por órdenes del gobierno norteamericano.
Sin embargo, quedó en los anales el hito de la solidaridad internacional entre los pueblos latinoamericanos y Vietnam, a pesar de la distancia.
La historia de Troi inspiró a varias creaciones artísticas en América Latina, como los largometrajes venezolanos «Crónica de un subversivo latinoamericano», en 1975, y «La captura de Smolen» en 2006, y otras canciones y poemas de autores cubanos, venezolanos, chilenos y bolivianos.
«Nguyen Van Troi, por Vietnam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre», así concluyó la canción popular «Vivir como él», del grupo musical chileno Quilapayún.
