El reciente informe presentando al país por la Organización de Estados Americanos –OEA- deja bien claro que no fueron reales, ni confirmadas por este órgano regional, las denuncias sobre el resultado electoral presentadas por la oposición.
La OEA en sus observaciones solo se limita a cuestionar y a sugerir el sistema legal electoral al cual entiende hay que avanzar en una reforma electoral integral.
Este informe recomienda hacer reformas en tema puntuales para mejorar el espectro electoral dominicano, en los temas relativos a la equidad en la distribución del financiamiento de las campañas políticas, ya que, según este órgano regional, presenta una inequidad para los partidos minoritarios. Del mismo modo ataca la no regulación del financiamiento del sector privado a los partidos políticos y candidatos en medio de un proceso electoral.
Un tema cuestionado es el referente a la introducción del voto electrónico, el cual considera que, como mecanismo de innovación tecnológico electoral, debió realizarse con antelación y propone que el voto electrónico sea desarrollado y definido mediante una ley.
El informe de la OEA no confirma ningún fraude y solo se limita a cuestionar y a su vez, hace sugerencias respeto a lo que el marco jurídico dominicano establece. Es decir, el informe se dirige a señalar que hay que cambiar algunas reglas del juego electoral, pero nunca se expresa en el sentido de que hubo anomalía, o de que hubo un desastre o matadero electoral como apuntó la oposición.
La declaración rechaza la afirmación y prácticamente niega lo denunciado por el principal partido de la oposición a través de un documento depositado ante la sede de la entidad.
Estos resultados, más bien recogen la misma inquietud del gobierno dominicano y de la sociedad en sentido general, de la necesidad de una gran reforma en el aspecto eleccionario. Los puntos tocados por el organismo son los mismos que se debaten en el ambiente post electoral.
Temas como la necesidad de una ley de organizaciones políticos, reforma a la ley electoral, el financiamiento de los partidos, la equidad, la paridad de género, entre otros, son los referidos por la OEA y que se han estado debatiendo en el seno de la clase política, incluyendo la oposición, así como la opinión publica general.