A pocas horas de haber dejado su furia sobre Puerto Rico, el huracán María se convirtió la tarde del miércoles en un huracán categoría tres con vientos de 115 millas por hora, avanzando hacia Republica Dominicana.
El ojo del huracán salió de Puerto Rico al mediodía entre la costa de los municipios de Barceloneta y Arecibo.
Al menos 180 residencias quedaron destruidas en la Capital del Sol tras el paso del potente huracán María, un fenónemo atmosférico que también causó daños en los emblemáticos kioscos de Luquillo y en el único hospital disponible en el pueblo.
El gobernador Ricardo Rosselló ordenó la tarde del miércoles un toque de queda “a partir de las 6:00 p.m. hasta las 6:00 a.m., efectivo hoy miércoles 20 de septiembre de 2017, hasta el sábado 23 de septiembre de 2017 a las 6:00 a.m.”
Según un comunicado de prensa emitido por La Fortaleza, el primer ejecutivo indicó que «nos encontramos en una etapa crítica para auxiliar a los miles de puertorriqueños que necesitan ayuda urgente y determinar los graves daños ocasionados por el huracán María.
Mantener el orden resulta fundamental para que las autoridades gubernamentales puedan ejecutar el plan de acción que corresponde posterior al impacto del devastador huracán, reaccionaron las autoridades a algunas escenas de robos en tiendas.
La orden ejecutiva determina que “todos los ciudadanos deben permanecer en sus hogares y/o en un lugar seguro, incluyendo los refugios en estos tiempos”.
No obstante, este toque de queda tiene excepciones: Personal del Gobierno estatal y federal que esté dedicado a tareas de recuperación y auxilio de ciudadanos; Personal de las agencias de seguridad federales y estatales; Profesionales de la salud y empleados de hospitales que laboren en el horario del Toque de Queda; y Miembros de la Prensa y aquellos ciudadanos que se encuentren atendiendo una situación de emergencia.