El general estadounidense Joseph Dunford, jefe del Estado Mayor Conjunto, reconoció hoy la necesidad de ofrecer mayor información sobre la emboscada en Níger del pasado 4 de octubre en la cual murieron cuatro militares de su país.
De acuerdo con el uniformado, sus compatriotas, incluidos los familiares de las víctimas, merecen respuestas acerca de lo que calificó como una «situación complicada» y un «tiroteo difícil».
En declaraciones a reporteros, Dunford sostuvo que existe una investigación en curso y aún quedan muchas interrogantes por responder relacionadas con el hecho.
Como parte de los asuntos pendientes, acotó, está determinar si los estadounidenses tenían el equipo necesario para su operativo, si existió alguna falla en la planificación, y por qué tomó tanto tiempo recuperar uno de los cuerpos, el correspondiente al sargento La David Johnson.
Por otra parte, el jefe castrense señaló que la intención de Estados Unidos es continuar con sus operaciones en África, donde la mayoría de ellas, explicó, están diseñadas para apoyar, entrenar, asesorar y asistir a las fuerzas locales.
Mitigamos el riesgo para nuestro personal con directrices de solo realizar acompañamientos cuando las posibilidades de un contacto con el enemigo son poco probables, añadió.
Los cuatro norteamericanos murieron cuando su patrulla de reconocimiento, de otros ochos coterráneos y 30 nigerinos, fue atacada al norte de Niamey, cerca de la frontera con Mali, por unos 50 combatientes asociados al grupo criminal Estado Islámico, precisó.
«Estamos enfrentando un desafío que existe desde África occidental al sureste asiático, estamos enfrentando un desafío global», manifestó Dunford sobre la organización terrorista.
Hace cuatro días, el secretario del Departamento norteamericano de Defensa, James Mattis, negó que fuerzas de su país dejaran atrás a Johnson, como parte de un intento de enfrentar la polémica surgida después de las informaciones iniciales sobre el acontecimiento.
En un principio, el Pentágono comunicó que tres miembros de las Fuerzas Especiales habían sido abatidos y dos heridos, pero al día siguiente fue localizado el cuarto cadáver.
Varios medios de comunicación interpretaron el último hecho como una prueba de que el sargento mencionado se había quedado rezagado cuando las tropas aliadas se replegaron.
Mattis también justificó ante periodistas la escasa información ofrecida hasta el momento por el Gobierno sobre este tema, lo cual ha sido motivo de críticas de diversas voces.