Medio Ambiente

Las fisuras en la relación entre Canadá y Estados Unidos serán evidentes durante el segmento de alto nivel de la reunión de Naciones Unidas sobre cambio climático que transcurre en Alemania, comentan hoy aquí medios de prensa.

El gobierno del primer ministro Justin Trudeau presiona para eliminar el carbón como fuente de energía.

Por el contrario, la administración del presidente Donald Trump eliminó disposiciones que limitaban las emanaciones de gases con efecto invernadero y anunció en junio el retiro de Estados Unidos -una de las naciones más contaminantes del planeta-, del acuerdo global sobre el cambio climático, suscrito por casi todas las naciones en 2015, comentó la cadena CBC News.

Incluso, muchos asesores del Ejecutivo y funcionarios de importantes agencias niegan la veracidad de la transformación de las principales variables del clima mundial.

Canadá se ha comprometido a eliminar el carbón. Hemos creado una alianza con Reino Unido, vamos a lograr que otros países alrededor del mundo nos ayuden a avanzar en este sentido. El carbón no es solo el combustible fósil más contaminante, sino también terrible para la salud, declaró a los medios la ministra de Medio Ambiente, Catherine McKenna, antes de viajar a la nación europea.

McKenna ya se encuentra en la ciudad germana de Bonn que del 6 al 17 de noviembre alberga la 23 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP23).

Queremos que cada país vea cómo pueden reducir el uso de carbón y eliminarlo y queremos apoyar a los países en desarrollo para que lo hagan, dijo McKenna la semana pasada en una entrevista a The Canadian Press.

Sin embargo, la titular de Medio Ambiente no especificó el desembolso de un presupuesto adicional para dicha iniciativa.

Alrededor del 40 por ciento de la energía mundial se genera a partir de la quema de carbón mineral o hulla. En Canadá, una décima parte de la electricidad proviene de las plantas generadoras a base de esta materia prima.

Hace un año, Canadá se comprometió a eliminar el carbón como fuente de energía para 2030.

El cónclave que tiene lugar en Bonn analiza el impulso de los países para la aplicación del Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático que, fundamentalmente, busca limitar el aumento de la temperatura promedia mundial a 1,5 grados por encima de la era preindustrial.

La cita pretende elaborar las directrices para aplicar disposiciones sobre asuntos como la transparencia, la adaptación, la reducción de las emisiones, la financiación, la creación de capacidad y la tecnología.

Se prevé que de la COP23 emerjan iniciativas transformadoras, incluida una de las Naciones Unidas sobre salud y pequeños estados insulares, una plataforma para apoyar la participación de las comunidades locales y los pueblos indígenas y un Plan de Acción de Género de amplio alcance.

A ello debe sumarse el desarrollo de un proyecto de protección global frente a los riesgos para proporcionar seguros asequibles a 400 millones de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad.

Según el programa de la cita, el objetivo es avanzar en todas estas áreas a fin de delinear las nuevas directrices de la COP24 que se celebrará en Polonia en 2018.

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