Luís José Santos Burgos

El comportamiento del crecimiento reviste gran trascendencia en toda economía y muy particularmente, en America Latina, donde convergen elementos de tipos estacionales y culturales, entre otros, que se manifiestan en mayor proporción durante el cuarto trimestre de cada año, cuyos efectos o balance al cierre, adquiere gran influencia y determinación durante el primer trimestre del año subsiguiente.
Al margen de los aspectos subjetivos, el cambio o reposición de inventario a inicio del primer semestre, sugiere condiciones objetiva muy preclara en lo relativo a la consistencia que debe mostrar el balance de las cuentas pública, así como la posición de liquidez o nivel de apalancamiento del sector privado al cierre de cada año. En todo caso, sería importante considerar el nivel de compromiso del sector privado en moneda extranjera tanto local como con el resto del mundo, y así medir las probabilidades de riesgos que pudiera originarse en los tipos de interés y cambio, durante el proceso de reposición de inventario durante el primer semestre.
La reposición efectiva de inventario, no solo supone de un buen balance de las cuentas públicas en materia fiscal y monetario-financiera. Esto porque entrado el proceso de globalización financiera a escala global bajo la matriz conceptual del Consenso de Washington, al suponer la libre entrada de los flujo de capital, financiero y bienes reales, concedido el libre endeudamiento externo del sector empresarial y su posición relativa con relación a los compromisos de líneas de créditos del sector importador con los principales socios comerciales. Más bien, se trata del nivel de apalancamiento a corto plazo o la posición de liquides del sector privado en los mercados de capitales y a nivel local, específicamente en moneda extranjera.
En suma, de forma obligada los resultados del primer semestre siempre va a depender de la situación de los balances de cuentas como elemento objetivo y de la percepción de los agentes económicos. Ambos elementos, deben girar en la misma dirección y orientación del vector, lo inverso arroja resultados negativos. Sin embargo, cabe anotar que un cambio repentino en la gestión de la política fiscal, por el lado del gasto público, puede incidir en el crecimiento de la economía en ambas direcciones. En efecto, una baja sustancial en la formación bruta de capital durante el primer semestre del pasado año, a cambio de un mayor incremento en el gasto corriente, tuvo como resultado por su efecto multiplicador una caída del sector construcción de 16% a 2.7%, con relación a igual periodo de 2016.
Al margen de los cambios que pueda generar la gestión del gasto público, la posición neta de los activos internacionales del sector privado juega un rol determinante en la magnitud y dimensión en que se geste el nivel de reposición de inventario para lograr determinado nivel del PIB o creación de riqueza. De modo, que todo dependerá del nivel de reservas neta del Banco Central y la posición neta de los activos internacionales del sector privado. Esto, como condición objetiva.
Otro elemento importante, tiene que ver con la magnitud del déficit fiscal y la capacidad de endeudamiento público para concertar nuevos compromisos, durante el proceso de reposición de inventario. De otro lado, también cabe destacar, la inversión extranjera, como forma no tradicional de financiamiento, y el cambio repentino en los commodity pueden afectar el proceso de reposición de inventario durante el primer semestre.
El balance global de las cuentas públicas y el nivel de apalancamiento del sector privado, tanto en moneda local como en divisas, y la situación del sector externo al cierre de año, siempre serán una garantía fiable para una favorable reposición o cambio de inventariado que propenda un crecimiento del PIB con estabilidad macroeconómica durante el primer semestre. Sin embargo, los resultados empíricos revelan a corto y largo plazo que al margen de tal condición, devienen factores repentinos fuera de la matriz capaz de remover o modificar el cuadro macroeconómico, fenómeno que se puede observar en la gran ola de expansiva económica que corresponde a la etapa moderna de la economía dominicana, 1992-2017.
En efecto, el 2016 cerró con un balance global favorable, en el cual las reservas netas internacionales observaron un crecimiento considerable de 16%, suficiente como para que durante el primer semestre y todo el año, la economía tuviese un desempeño superior o similar durante 2017, situación que no fue posible, pese haber logrado un crecimiento que se explaya entre 4.5 a 4.8%, inferior aunque se pondera un nivel privilegiado para cualquier economía. La baja de los commodity y los repetidos aumento en el tipo de interés y la política aislacionista aplicada desde inicio de la administración Trump, genero una baja en la inversión extranjera y una caída considerable en los internacionales del oro, cuyo efecto puede observarse en la reducción de minas y canteras de 25.3 a 3.7%.
Si en la realidad la reposición de inventario depende de los factores mencionados, durante el primer semestre 2018, se puede augurar un crecimiento económico, dentro de la media del ciclo de expansión 1992-2017, entre 4 y 5.56%. Cabe ponderar, que pese las reservas internacionales netas durante 2017 crecieron 12%, es decir, 4% por debajo del nivel alcanzado en 2016, sin embargo se mantiene dentro de la media 11.5 %, durante 2014-2017. La posición de reservas netas auguraba un mayor crecimiento durante 2017, pues en 20014, 2015 y 2016 se obtuvieron mayor crecimiento del PIB, con menor crecimiento en el nivel de reservas netas.
Si bien las reservas netas son indispensables para sostener la estabilidad cambiaria y cubrir gran parte de la demanda de divisas, no constituye la condición única o determinante del crecimiento económico durante el proceso de reposición de inventario durante el primer semestre de cada año. Pese la reducción del crecimiento de las reservas netas con relación igual periodo de 2016, no se produjo impulso alguno en el tipo de cambio fuera de su movimiento vegetativo, por cuanto la reducción del PIB, durante 2017 no está explicada por los efectos de la reducción de las reservas internacionales netas en su conjunto.
Más bien, obedeció a la modificación que observo el gasto público, desde la perspectiva de la clasificación económica, que se explica por los incrementos sustanciales en el nivel de gasto corriente, en razón de la necesidad de cubrir compromisos pactados con servidores públicos orientados a la seguridad ciudadana, lo que conllevo a una reducción importante en la formación bruta de capital, que un tuvo efecto similar en la construcción del sector privado, o mas bien un efecto multiplicador en la misma orientación. Esto de algún modo, quiere decir que aun la reducción del tamaño del estado dentro de la economía, el gasto público tanto en la forma como el monto, sigue teniendo un gran efecto multiplicado en el sector construcción de la republica dominicana.