El expresidente panameño Ricardo Martinelli continuará en el Centro de Detención Federal de Miami, después de que la jueza del caso frenara una fianza aprobada la víspera, tras acoger una petición de emergencia de los fiscales.
Periodistas panameños estaban a la espera en las afueras del penal de que «en pocas horas» aparecería ante ellos el exmandatario, tomando en cuenta de que los antecedentes en tales recursos de emergencia sugieren que los jueces no cambiaban su sentencia.
La Fiscalía de Miami ya había remitido información este miércoles al Tribunal de Atlanta, Georgia, con la intención de apelar la decisión de la jueza estadounidense Marcia Cooke, al señalar que no se había tomado en consideración el posible «riesgo de fuga» que representaría la excarcelación de Martinelli, publicó el canal local TVN.
Sidney Sittón, representante legal panameño del reo, aseguró anoche a la prensa que le informó de inmediato a su cliente la concesión de la fianza y reveló que Martinelli lloró por la favorable noticia, con la cual concluirían ocho meses y tres días de internamiento en una pequeña celda del reclusorio.
El monto a pagar sería de un millón de dólares, de los cuales debían abonar el 10 por ciento antes del cambio de la medida cautelar, además, entre los requisitos de sus limitaciones de libertad estaban portar un brazalete electrónico con monitoreo permanente y permanecer en su residencia salvo excepciones autorizadas.
En esas acciones se encontraba el equipo legal antes de conocer el cambio en la decisión de Cooke, quien expuso en su fallo original que «existen circunstancias especiales para justificar la liberación del peticionario bajo fianza, incluida su condición de ex jefe de Estado de una nación soberana con relaciones a largo plazo con los Estados Unidos».
Además, la jueza justificó su decisión por la avanzada edad del reo (65 años), el deterioro de su salud durante el internamiento y «la posibilidad de éxito en la apelación» de su extradición; esta última apreciación provocó reacciones encontradas entre quienes se alegran y rechazan tal eventualidad.
Martinelli, sobre quien pesa una solicitud de extradición por espionaje telefónico a sus opositores en Panamá, logró su primer triunfo ante la justicia estadounidense después de varios intentos de detener su proceso o enfrentarlo en libertad condicional, pero el éxito lo revirtió la propia jueza horas después.