Economía

La FAO llamó a combinar la ayuda humanitaria con el apoyo al crecimiento de las capacidades de los agricultores, pastores, pescadores y otros productores de alimentos.

El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, José Graziano da Silva, destacó que ese respaldo permite a las comunidades rurales seguir produciendo alimentos y constituye una forma de evitar que el hambre se convierta en hambruna.

Al intervenir en el Primer Foro Humanitario, con sede en Riad, capital de Arabia Saudita, el directivo precisó, según un comunicado emitido aquí, que tal contribución puede impedir además aumenten las necesidades de ayuda por crisis humanitaria.

A juicio de Da Silva la comunidad internacional «no ha sido lo suficientemente eficaz en su respuesta a las crisis humanitarias» y se refirió a la necesidad de financiamientos que alienten una «colaboración más estrecha entre los socios en las esferas humanitaria y de desarrollo».

Indicó que en las peores condiciones la población rural puede producir alimentos para sus familias y comunidades, si recibe un apoyo adecuado y oportuno..

En tal sentido apuntó que una evaluación de la FAO en 2017 constató que pese a seis años de conflicto en Siria, «el 75 por ciento de las familias rurales de esa nación continuaron produciendo sus propios alimentos».

Da Silva comparó que pese a triplicarse las necesidades de financiación humanitaria de ocho mil 500 millones de dólares en 2013 a 22 mil millones en 2018, la agricultura fue uno de los sectores que recibió menos fondos al llamamiento humanitario de la ONU el año pasado.

Ello ocurre «pese a las múltiples evidencias de que invertir en la agricultura es una forma fundamental y rentable de responder a las crisis», acotó.

Datos comparativos presentados por el director de FAO demuestran que en el mundo 815 millones de personas padecen hambre y casi el 80 por ciento en riesgo de padecer hambre severa depende de diferentes sectores agrícolas para su supervivencia, incluidos la agricultura, la pesca, la ganadería y la silvicultura.

Invertir en agricultura salva vidas y protege los medios de subsistencia, pero también sienta las bases para la recuperación y la creación de resiliencia, señaló.
Hace dos años la FAO creó el Fondo de alerta y acción temprana para actuar con rapidez y contrarrestar el impacto de las crisis en las poblaciones vulnerables, aunque considera que lo más importante es actuar a tiempo e impedir las crisis.

Organizado por el King Salman Humanitarian and Relief Centre (KSrelief), el encuentro resume una serie de eventos humanitarios mundiales para tratar los cambios en el panorama humanitario y formular nuevas respuestas prácticas y eficientes que reflejen las necesidades cambiantes en el terreno.

A la reunión de dos días en la capital saudí, asisten representantes globales de alto nivel de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales.

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