Opinión

Es imprescindible preservar el orden constitucional en la República Dominicana. Leonel ha defendido el derecho a la libre asociación porque nuestro mandato rige para todos, y despreciarlo o sesgarlo desarticula la democracia creando un ambiente de ingobernabilidad e inseguridad jurídica, en el entendido de que el progreso que perseguimos los dominicanos y dominicanas debe ser en total democracia.

La priorización que tiene el compañero presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Dr. Leonel Fernández, sobre nuestra ley máxima, se debe al significado histórico progresista y al marco de modernidad del Estado dominicano. Lo que significa que su disposición es esa, sujetando a ella cualquier otra, incluyendo la defectuosa ley de partidos aprobada recientemente.

La Constitución dominicana garantiza en su artículo 216 la democracia interna de los partidos políticos, mientras que la propia ley de partidos otorga plena autonomía y libertad a las agrupaciones políticas para establecer sus estatutos y elegir a sus autoridades.

En nuestro particular, el congreso nacional del PLD es el único organismo autorizado para modificar los estatutos, que establecen que el método para elegir a los candidatos a cargos electivos es mediante el padrón cerrado. El octavo congreso Norge Botello determinó que el padrón interno es el que debe utilizarse para elegir a los candidatos del partido, pero la ley de partidos le otorgó esa facultad al comité central de nuestra organización, lo que presenta una situación de falta de armonía entre la ley y los estatutos.

Fue una grandiosa muestra de unidad, madurez política y fortalecimiento institucional la decisión de los liderazgos mayores, arribando a un consenso: primero; sobre la manera en que se procederá a elegir los candidatos a cargos de elección popular. Segundo; la creación de una comisión que trabajará en la adecuación de los estatutos a la Ley de Partidos y tercero; que los nuevos estatutos serán ratificados por la asamblea de delegados del PLD: integrada por los miembros del CC, los presidentes provinciales, municipales, de circunscripciones electorales, de seccionales y de comités intermedios.

Con este ejercicio se garantiza el derecho de nuestros compañeros y compañeras a elegir y ser elegidos, y de igual forma brinda la oportunidad a los simpatizantes de nuestra organización a ser parte de la selección de nuestros candidatos. Algunas personas todavía no alcanzan a comprender que lo que el presidente Fernández tiene priorizado es el respeto a la Constitución, sobre la que trabajó y participó en su Proclamación.

Cuando se tiene sentido de la historia y de la formalidad del Estado, no se contradice lo que tan solemnemente está determinado. Ahora le corresponde a la base decidir si están en la disposición de refrendar la decisión del Comité Central.

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