Opinión

Los hechos que han ocurrido desde el lunes 15 de octubre, han terminado justificando el título de esta columna, en la cual decíamos la semana pasada entre otras cosas, que el camino que seguíamos, en el orden político, del gobierno que preside Danilo Medina Sánchez y el Partido que lo representa que es el PLD, no es el camino correcto. En múltiples ocasiones, y en más de veinte reuniones del Comité Político, hemos ratificado que el equipo de dirigentes, mujeres y hombres, que integran ese organismo de dirección peledeísta, es en el Caribe y Centroamérica, y más allá, el de mayor experiencia y conocimientos políticos que gobierna a estos países hispanoamericanos, con la excepción, tal vez, de la máxima dirección del Partido Comunista Cubano, que desde 1959, con la presencia de Fidel Castro, ha gobernado al hermano pueblo.

En diferentes días de la semana pasada, esa agresiva caballería de improvisados, aventureros y “veletas sin rumbo” que integran la mayoría de los minúsculos partidos de oposición, movimientos y grupos que en la realidad son pandillas, habían anunciado con la complicidad de comentaristas, columnistas y tejedores de aventuras, huelgas de vehículos de transporte público, autos, ómnibus y camiones, cuyo objetivo real y verdadero es desestabilizar el gobierno del PLD, para llevarlo a un escenario, financiado por gobiernos extranjeros y la llamada USAID y sus adláteres y marionetas, como la llamada marcha verde y ONG, que también son financiadas por esos gobiernos y agencias, que pagan en dólares, para mantener el plan que tiene como fin la desaparición de la República Dominicana y de su soberanía sobre la 3/4 partes de la isla de Santo Domingo.

Por suerte nuestro gobierno respondió a esas amenazas como tenía que responder: advirtió que iba a enfrentar el desorden y la anarquía y el irrespeto del tránsito en las vías públicas y ordenó a través del Ministerio de Defensa y la Dirección de la Policía Nacional, que sus integrantes salieran a las calles, armados, bien armados, y se instalaran en el escenario de la ciudad capital, en diferentes puntos importantes del tráfico vehicular. El Gobierno por la vía del ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, Monchy, con la responsabilidad que le caracteriza, advirtió lo que podía suceder si salían a las calles a provocar desórdenes y a dañar propiedades del Estado y particulares.

Bueno, en nuestra columna anterior también hablábamos del dinero que se ha estado invirtiendo en territorio nacional para estimular y ejecutar la emigración de haitianos hacia diferentes regiones de país. Y señalábamos que entre ese dinero se ha hecho público que el gobierno o empresas comerciales de Canadá, están haciendo una inversión de US$4,900 millones de dólares al año, y el autor ha preguntado que dónde están esas inversiones en el escenario comercial, advirtiendo que tenemos conocimiento de los poblados y bateyes que se están construyendo en Puerto Plata para los emigrantes haitianos, y por esa información, entre otras cosas, fue que advertimos que “Parece que así no es”, el camino que está siguiendo nuestro gobierno y nuestro Partido. Este es un pueblo ejemplar, respetado y admirado por millones de personas, no solamente de hispanoamérica sino también de Europa, Asia y África, que hemos combatido desde la génesis de su nacimiento por la dignidad, libertad, independencia y soberanía. Y debemos recordar siempre, las palabras de nuestro Himno Nacional: “Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente y servil”.

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