“Compa, acuérdese de mi Navidad”, me dijo un compañero simpatizante de Cristro Rey al verme esta semana, pero no tuve respuesta precisa porque su solicitud no era puntual y sólo pude contestarle que le tendré pendiente.
Sus palabras me pusieron a meditar y, como si me introdujera a un “túnel del tiempo”, me trasladé a esta fecha en el año 1977, cuando los compañeros del Comité Intermedio José Martí compartimos con Juan Bosch en el callejón donde vivía nuestro secretario general, Juan Ureña, en la avenida Nicolás de Ovando próximo al Club Los Cachorros. Ese fue nuestro gran regalo de Navidad: pasar unas horas con nuestro líder en una fiesta sencilla donde la cena fue una empaguetada con refrescos. Ese día no faltó nada porque todo lo que hicimos fue con lo que nos tocaba del porcentaje acumulado por las finanzas que daban nuestros contribuyentes. ¡Qué tiempos esos!.
Don Juan vestía sencillo y apenas andaba con 2 compañeros de su seguridad. Se sentó en una mesa con los compañeros miembros de la dirección del Partido y todos los presentes pasamos a saludarlo. Me acuerdo que no le dije nada más que mi nombre porque se me trancó la garganta de la impresión. “Nelson, es mi caricaturista”, les dijo a los compañeros de la mesa. Por su simpleza como ser humano nos parecía como un vecino del barrio que a todos nos preguntaba el nombre y nos exhortaba a estudiar y trabajar por la liberación del pueblo dominicano.
Saliendo del grato recuerdo, este día 15 nos toca juntarnos a los miembros del Comité Central en el Salón Bienvenido Sandoval, en la Casa Nacional, para festejar el 45 aniversario del PLD y ahí tendremos la oportunidad de hacer reconocimiento póstumo a 45 de los fundadores del Partido.
Ahí no tendremos a Juan Bosch ni será en un callejón. Es en nuestra gran Casa Nacional, que ha sido el reflejo exacto del avanace de nuestra organización y del país. Ya el Comité Intermedio José Martí se convirtió en 65 organismos y su matrícula de dirigentes no cabe ni en nuestra sede central.
Regresando de mi túnel y luego de estas reflexiones tengo la respuesta para el compañero que quiere su Navidad: “Compañero, le invito a una fiesta que tenemos en la circunscripción número 2 del Distrito Nacional para celebrar los 45 años del PLD”. Y así será.
Este encuentro de nuestro altos dirigentes debería replicarse en cada municipio o circunscripción para celebrar nuestras navidades junto a los compañeros de la base en sus campos, en sus barrios o en sus callejones, escucharlos y motivarlos para que el año que viene se integren a las jornadas patrióticas que nos demanda el momento, a sabiendas de que nos acecha la amenaza del retroceso político, que intenta tirar por la borda las conquistas del pueblo dominincano.