La oficina en México del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), llamó a todas las instancias de gobierno a coordinar esfuerzos para mejorar la atención de menores centroamericanos albergado en El Barretal, Tijuana.
Ese pabellón de servicios especializados para la infancia y adolescencia fue diseñado e implementado por esa oficina y sus aliados, a fin de brindar a los niños de la caravana de emigrantes centroamericanos un espacio seguro para su recuperación psico-emocional y darles la protección que requieren urgentemente, pero los recursos son escasos.
En un comunicado público señala que, para poder garantizar todos sus derechos a esos niños y niñas, es esencial el involucramiento permanente de las autoridades responsables, de forma que queden aseguradas tanto la oportuna detección de necesidades específicas y factores de riesgo, como la adecuada atención y canalización de casos.
Miles de migrantes centroamericanos permanecen en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, a la espera de que el gobierno del presidente Donald Trump les extienda un visado o asilo para instalarse en territorio norteamericano, pero el proceso es lento y sobre todo muy incierto.
Unicef indica que la estructura física del albergue tiene el potencial para ofrecer las condiciones mínimas para alojar temporalmente a los menores en condiciones de seguridad y dignidad, pero no bastan los recursos disponibles y queda aún trabajo por hacer para garantizar la provisión de servicios suficientes y de calidad en términos de alojamiento, higiene y saneamiento, agua potable y alimentación.
La institución de la ONU recuerda que en sus países de origen, esos infantes y adolescentes han sufrido violencia, pobreza extrema y ausencia de servicios básicos. En búsqueda de un mejor destino, familias enteras han abandonado sus hogares, sus raíces y sus seres queridos como una medida desesperada de supervivencia.
En su tránsito por México, asegura, han vivido situaciones igualmente graves, además de que su condición de movilidad y su esfuerzo por cruzar fronteras internacionales sin la documentación necesaria los exponen a posibles violaciones de los derechos humanos que pueden poner en peligro su bienestar físico, emocional y psicológico.
Por ello, finaliza, además de la provisión de servicios básicos de alimentación, agua, saneamiento e higiene, es fundamental ofrecerles espacios seguros que ayuden a aliviar el sufrimiento e impacto emocional de su reciente experiencia migratoria».