Para medir el papel de Duarte en la historia de nuestro pueblo tenemos que hacer con la imaginación un viaje hacia atrás por el tiempo que nos lleve a la capital dominicana de 1838, año de la fundación de La Trinitaria.
Por esos días en Santo Domingo no debían vivir más de 3 mil personas, entre las cuales las mayores de 18 años no podían pasar de 1 mil 800,y en proporción a la de su capital era la población del país.
Sólo quien tuviera una fe de esas que mueven montañas podía pensar que con una base humana tan escuálida podía llevarse a cabo una lucha que culminara en la fundación de un nuevo Estado en la América Latina.
Duarte tuvo esa fe, y también la capacidad política indispensable para reclutar y organizar seres humanos y para percibir, de manera instintiva, cuáles, entre los que reclutaba, podían ejecutar los actos que conducirían a la creación del Estado que él había concebido.
Fue Juan Pablo Duarte quien ideó cómo debía quedar organizada y cómo debía funcionar La Trinitaria, y fue él quien atinó a darse cuenta de que entre los escasos poblado-res de Santo Domingo de Guzmán había hombres como Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, que además de sentimientos patrióticos tenían las condiciones necesarias para convertir en hechos un sueño que parecía irrealizable.
Juan Bosch
Santo Domingo, 23 de enero de 1983