Las paradojas de la política dominicana algunas veces son difíciles de entender, tomando en cuenta los acontecimientos ocurridos desde la transición democrática hasta las numerosas modificaciones constitucionales.
Es arduo comprender que en este lapso de casi 20 años de gobierno, el PLD, ha cosechado éxitos sin precedentes, crecimiento económico y un desarrollo social inéditos en la RD, además de ser el único partido en la historia que ha sabido combinar desarrollo económico y democracia, así lo ha expresado el presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández.
Pese al deterioro que conllevó la crisis financiera mundial del año 2008 que tuvo como consecuencia derrocamientos de gobiernos, y sistemas de partidos colapsados en Europa y America Latina, los gobiernos del PLD pudieron timonear la crisis y salir a flote, para ese entonces, era Fernández, el presidente.
Antes de que se me cataloguede pesimista, debo advertir de nubes grises en el avance democrático y el desarrollo económico del país, pues por la pretensión de modificar nuevamente la constitución, todos los éxitos cosechados por los gobiernos del PLD, se pueden ir a pique.
Soy de los que piensa que la Constitución de 2010, modificada en el 2015 para permitir la repostulación del presidente Danilo Medina, se debe dejar tranquila para que consiga su madurez constitucional, cumpliéndola a rajatabla, porque es la ley suprema.
A pesar de los avances logrados en los gobiernos del PLD, y el crecimiento económico de los últimos 50 años, República Dominicana todavía tiene un sistema educativo muy inferior al que le corresponde.
También hay muchas debilidades en cuanto a las estructuras económicas, como es el alto nivel de desempleo, especialmente en los jóvenes, lo cual lleva a la informalidad, y hasta a la delincuencia.
Llevamos años padeciendo estos problemas, y aun no se han podido superar. Y pese a problemas acuciantes, como la inseguridad ciudadana, el tema de nuestro tiempo, es el debate sobre una eventual modificación de la constitución.
Errores garrafales se podrían cometer al pretender modificar la constitución, con más del 70% de la población en contra, y por ello me suscribo al artículo del dirigente del PLD y Embajador, Gedeón Santos, https://listindiario.com/la-republica/2019/01/16/549605/terceros-periodos-consecutivos-y-gobiernos-fallidos, donde habla de los inconvenientes de un tercer mandado consecutivo.
Ese podría ser nuestro talón de Aquiles.