Como estaba previsto, la Cámara de los Comunes británica, rechazó el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), defendido por la primera ministra Theresa May, lo cual profundiza la incertidumbre y la crisis del Gobierno conservador.
Según los resultados oficiales de la importante votación, 432 diputados votaron en contra del convenio -pactado con el bloque después de casi dos años de negociaciones- y solo 202 lo respaldaron, por lo que May deberá presentar un plan B antes del 21 de este mes, según lo establecido.
No obstante, el líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, calificó de catastrófica la derrota sufrida por la jefa de Gobierno y solicitó una moción de censura en su contra, la cual será analizada mañana.
Considerado el peor fracaso parlamentario en la historia reciente, los resultados de la votación no solo reflejan la falta de apoyo al convenio, sino también a la gestión de la líder conservadora y las divisiones existentes en las filas de su formación, pues 118 tories se pronunciaron en su contra.
May afirmó que esperará los resultados del debate sobre la moción y se reunirá con representantes de otras agrupaciones políticas para determinar qué pasos seguir.
Si mañana no recibe el apoyo de al menos la mitad de los diputados, ella u otro candidato deberán presentar en 14 días un nuevo Ejecutivo y si este es rechazado, serían convocadas elecciones anticipadas.
En caso de poder continuar al frente del país y del proceso de separación de la UE, la primera ministra prometió volver a negociar con los 27 en busca de soluciones.
El convenio alcanzado con el bloque, de casi 600 páginas, plantea la ampliación del período de transición tras el Brexit (previsto para el 29 de marzo de 2019) y, por tanto, la permanencia del Reino Unido en un territorio aduanero único con la UE hasta que se firme un tratado comercial definitivo.
En caso de que no se llegue a un consenso en temas como la frontera con Irlanda, aún pendiente de una solución eficaz, entraría en vigor un plan de contingencia que dispondría normativas distintas para Irlanda del Norte y el resto del país.
Dicho pacto es rechazado por partidarios y detractores del divorcio por considerar que no respeta la integridad de esta nación y la mantiene en total dependencia de la UE.
En diciembre, representantes de cuatro formaciones opositoras instaron a Corbyn a unir fuerzas y defender una moción para derrocar a la administración conservadora, pero el político de 69 años era partidario de esperar al momento adecuado.
En su último congreso, los laboristas coincidieron en realizar los esfuerzos necesarios para lograr la convocatoria a elecciones anticipadas y, si eso no es posible, respaldar la celebración de un segundo referendo sobre el Brexit.
En caso de llegar al poder, Corbyn indicó que prefiere aplazar la salida y presentar su propio plan de separación, el cual buscaría la permanencia en la unión aduanera y el acceso al mercado único, pese a que un pacto de ese tipo es considerado inviable por algunos analistas y políticos.
Créditos: Foto de EFE