Para un lector no especializado en economía internacional (que forma parte de la inmensa mayoría) el título que distingue al presente artículo luce tan oscuro como incomprensible debido a la presencia de las siglas Omc y Brexit que requiere su debida explicación.
¿Cuál entidad se identifica con las siglas de la Omc? La Organización Mundial del Comercio, principal entidad reguladora del comercio internacional y cuyos antecedentes se remontan al 1947 cuando se firmó el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (Gatt).
El Gatt se mantuvo en vigencia hasta el 31 de diciembre de 1995. La Omc entró en vigor a partir del 1º de enero de 1995 como resultado del Acuerdo de Acuerdo de Marrakech. En sus 24 años cuenta con un membresía de 164 países que concentran el 95 por ciento del comercio mundial.
¿Y qué se debe entender por Brexit? En pocas palabras esa expresión significa la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (Ue), esquema de integración al que nunca ha estado totalmente integrada, pues no llegó a integrarse a la zona euro (moneda única europea) prefiriendo mantener su propia moneda, la libra esterlina.
La expresión objeto de análisis se forma con la unión de las voces inglesas Britain (Gran Bretaña) y exit (salida), atribuyéndose su creación al británico Peter Wilding, director de la fundación europeísta Influencia Británica, cuando en mayo de 2012 advirtió de la posibilidad de que se produjera un Brexit, es decir, la salida de Gran Bretaña de la Ue, decisión que fue adoptada por los electores británicos en el referéndum (consulta popular) celebrado el 23 de junio de 2016.
Así, el título propuesto para el presente trabajo se refiere a la actitud de la OMC ante la inminente salida de Gran Bretaña de ese esquema de integración económico-político conocido como la Unión Europea.
Hay un hecho cierto: El Reino Unido se encuentra regulado por la normativa comercial de la Omc, lo que significa que su salida de la Unión Europea e ha de estar en consonancia con todo ese andamiaje jurídico comercial.
En octubre de 2017, mediante un documento conjunto las partes negociadoras del Brexit expusieron que “el Reino Unido continuará sus funciones dentro de la Omc y seguirá con sus derechos y obligaciones adquiridas”, pero precisando que sus compromisos estarán separados cuando entre en vigencia la salida de la UE.
Y ahora que el parlamento británico acaba de rechazar el acuerdo negociado por el gobierno británico de la conservadora Theresa May, existiendo la posibilidad de que no logre suscribirse un acuerdo final sobre el Brexit, la Omc sostiene que abría una penalización arancelaria en perjuicio de la economía británica: La Unión Europea no puede discriminar entre miembros de la Organización Mundial de Comercio. El Reino Unido debería ser tratado como todos los demás miembros y pagar aranceles”.
El Brexit no está libre de costos financieros, pues Londres tendrá que honrar los compromisos asumidos por Londres tanto en materia del régimen de pensiones como de otros componentes de la seguridad social.