El mes de febrero ha sido testigo de un hecho que podría quedar sepultado por la salida frecuente de noticias sobre el cine dominicano y sus logros cada vez más frecuentes. Este hecho es la salida del guion de la película En Tu Piel de la autoría de Julio Rojas e impreso por la productora Larimar Films.
Lo sencillo del acto de publicar en sí, oculta la enorme trascendencia de poner a disposición de críticos, analistas, historiadores del cine o del público en general este guion que ha sido la génesis de un filme que está presente actualmente en la cartelera de nuestros cines, con un tema que ciertamente dará mucho de qué hablar.
Una utilidad inmediata para mí al escribir el análisis de En Tu Piel fue contar con la versión escrita que origina la película para consultarlo y revisar diálogos, la trama o toda la conceptualización estética del proceso escritural presente en la obra. Ver y revisar las imágenes con el texto en mano, provee de una visión profunda que enriquece el producto analítico.
Los estudiosos, la crítica y los dedicados al sector cine, no siempre contamos con el material libresco en cantidad o calidad suficiente para acudir a él. Las fuentes autorizadas están dispersas y aunque la Dirección General de Cine ha hecho un esfuerzo con las cifras, es necesario seguir avanzando con mayor velocidad y disponibilidad.
En el panel que sobre la crítica se desarrolló en el Segundo Congreso Nacional de Cine, se hacía notar la escasísima cantidad de obras existentes sobre el cine dominicano por autores dominicanos. Y no digamos extranjeros sobre la cuestión. Soñamos con una producción constante de libros que acompañe al crecimiento de la producción de películas.
El libro como notario de las imágenes
A veces surgen las sorpresas, como la publicación del periodista Fermín Cabanillas sobre la experiencia de la trilogía fílmica Lotoman, su “La Sonrisa del Caribe”, que es una mirada desde otras realidades de las exitosas comedias de Archie López. La puesta en circulación en el país se dio en el marco de la doceava versión del Festival de Cine Global Dominicano.
Lo más probable es que se necesiten esas miradas allende los mares sobre un género tan vilipendiado, algunas veces con razón, como es la comedia dominicana. Ayuda sumergirse en ellas para encontrar la razón de su éxito, si es por razones creativas, de conexión con el ciudadano de a pie, o es un triunfo absoluto de las estrategias mercadológicas. Todos estos factores son materiales importantes para la producción de libros.
Es hora de que la euforia dé paso a la reflexión y empecemos a ver de forma pausada la evolución del cine local. Que los pesimistas, haters, Robertico lovers y otras tribus cinematográficas, puedan contar con textos profundos sobre este o aquel género, personaje o director.
La creación de una bibliografía es un imperativo para documentar o seguir documentando la historia del cine dominicano, que cuenta con antecedentes tan ilustres como el de José Luis Sáez y su “Historia de un Sueño Importado”, ensayos sobre el cine en Santo Domingo. La irregularidad en las publicaciones ha sido la norma y es un factor que debe ser superado.
El crítico y periodista Félix Manuel Lora, con su obra “Encuadre de una Identidad Audiovisual” o con “El Catálogo de Cine Dominicano, 1963-2014”, entre otras, es de los pocos autores con una actividad continua a lo largo y ancho de varios años en la industria editorial con la temática del cine.
Más películas, más libros de cine
Las recopilaciones de críticas como “La Pasión de un Oficio Moderno” de Humberto Frías, editado en 1985, o “Cine: entre el Arte y la Industria del Espectáculo” de Federico Sánchez, reeditado en 2015, son «raras avis» a pesar de que estos análisis son la materia prima para escribir o seguir escribiendo la historia del cine dominicano, como bien observó el crítico Pachico Tejada.
En la ponencia impresa de José Rafael Sosa “Critica y Crónica de Cine en República Dominicana” del 2018, para el Segundo Congreso Nacional de Cine, éste hace un recuento de nuevos críticos que conviven con otros más veteranos, lo cual puede verse a simple vista salvo el caso de Félix Manuel Lora. El resto no hemos publicado libro de cine alguno aunque deberíamos.
La publicación del guion de “En Tu Piel”, o el libro de Fermín Cabanillas “La Sonrisa del Caribe”, sobre la saga Lotoman, no deben constituirse en anécdotas, pero señalan la grave escasez de textos sobre cine en República Dominicana.
Tenemos la responsabilidad de documentar nuestra cinematografía. Los libros son el soporte principal para contar la historia y para analizar este fenómeno.