Opinión

La democracia es el modo de entender las relaciones sociales. Es un estilo de convivencia entre seres humanos que se respetan y que se reconocen con igual dignidad, derechos y deberes. Entender así la democracia supone un conjunto de valores éticos, que deben ser fomentados y practicados, porque los valores democráticos se sustentan en tres principios fundamentales: la igual dignidad de todos los seres humanos, la libertad intrínseca a toda persona y la fraternidad.

Para que se más comprensible, los valores democráticos son la libertad, igualdad, civilidad, justicia, participación, pluralismo, tolerancia, legitimidad, legalidad, respeto y solidaridad, esto en una sociedad que sea verdaderamente democrática, que no solo tenga un sistema político que se denomine democrático, sino que sepa vivir estos valores como actitudes fundamentales en todos los órdenes de la vida.

Aunque las disputas políticas son normales, la democracia no debe ser concebida como un formalismo moral o jurídico. Los políticos dominicanos debemos reevaluar nuestro rol y el mensaje que con nuestras acciones estamos enviando a las presentes y futuras generaciones, porque los gobiernos pasan, más el estado y la sociedad en su conjunto permanece.

Es imperativo adecentar la actividad política, fortalecer los valores democráticos que deben practicarse a diario, en el trabajo, la escuela, las instituciones estatales. Allí donde haya dos personas interactuando, se muestra y practica la democracia o la antidemocracia, debemos corregir el mal a tiempo.

Reconozco que no sería justo afirmar que nuestros males antidemocráticos provienen solamente de la clase política. Es la sociedad misma la que está falta de valores democráticos. Cuando surge un conflicto, en lugar de buscar resolverlo por la vía del diálogo, se intenta en primera instancia resolverlo por la fuerza o con el abuso de poder, los gobernantes se imponen sobre los gobernados, los padres se imponen sobre los hijos, los mayores sobre los menores, el empleador sobre sus empleados, el hombre sobre la mujer… y así una lista interminable de imposiciones.

La propia Constitución en su artículo 7 define la República Dominicana como un Estado Social y Democrático de Derecho “organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos”.

Es inaplazable rescatar los valores de la democracia, fortalecer el respeto a la Constitución y las leyes, e incentivar nuestros jóvenes para que no desmayen en la lucha por la tolerancia y la libre opinión. Es un compromiso histórico del peledeísmo, debemos dar fiel cumplimiento a los propósitos de nuestro maestro y líder fundador, don Juan Bosch.

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