Semana Santa 2019

El reverendo José Alberto Vargas, uno de los sacerdotes responsables del sermón de las siete palabras desde la Catedral Primada de América, criticó a los que dañan la ecología, “al parecer ignorando que Dios perdona siempre, los hombres a veces y la naturaleza, nunca”.

José Alberto Vargas también llamó la atención de los padres que han delegado la responsabilidad de la educación de sus hijos a la escuela, a los medios de comunicación y a cualquier institución.

“Este Viernes Santo, clama a Jesús, por nosotros, con los ojos al cielo: Padre perdónalos, por las veces que no hemos sido la voz de los sin voz y que hemos preferido transitar por el camino fácil de guardar el silencio, que hemos faltado a nuestra misión de anunciar la presencia de Dios y denunciar las situaciones de pecado” dijo.

Los medios de prensa resaltaron de este sacerdote las críticas que hizo a supuestos intentos de funcionarios de perpetuarse en sus cargos.

En la segunda palabra, José Pastor Rodríguez dijo que la justicia se haya vuelto selectiva y convierta los expedientes en una simulación fundamentada.

“La Justicia dominicana está secuestrada, se regodea en sí misma impartiendo justicia simulada”, manifestó el sacerdote.

El padre Nelkys Acevedo de la Rosa, párroco de la Iglesia Santa Bárbara, dijo que las palabras de Jesús ayudan a comprender como vivió Jesús la Cruz y también como nos llama a vivir a nosotros en ellas.

Recayó en este sacerdote la reflexión sobre la quinta de las expresiones de Jesus antes de morir crucificado, registradas en los evangelios que dan lugar al sermón de las siete palabras, realizado en las parroquias en el viernes santo

Tengo sed, dijo Jesus en la cruz que llevó al padre Acevedo de la Rosa a llamar a la población a no hundirse en la desesperación, la autocompasión y la ira, sino a mirar el Padre tal cual lo hizo Cristo en la cruz.

“Sabemos que el mal no está allí, el mal está en nuestro corazón, de allí brotan los males, nos ha revelado Cristo. Si el corazón bebe de la sed de Cristo, todo a nuestro alrededor cambia”, afirmó Acevedo de la Rosa quien aseguró que las palabras de Cristo estaban destinadas a satisfacer la sed del corazón del hombre.

Esa sed, según Acevedo queda reflejada en los males sociales y se escucha en los alaridos y susurros de la gente. Los cuales aunque pueden cambiarse también pueden convertirse en imposición y dictadura.

“A través del grito de Cristo por el agua, se puede escuchar la voz de la joven que clama por justicia en los burdeles del mundo, el niño con la barriga inflada de aire y hambre y del que clama por paz tras haber sido de testigo de atrocidades sin fin; el solitario que clama por amor, el que pide casa por no tener donde dormir, libertad el presidiario, salud el enfermo”.

El también rector del Santuario Arquidiocesano Nuestra Señora de la Altagracia reveló que Jesús nos llama a comprender que la mirada ha de estar fija en Dios, y que hemos de esperar la salvación sólo de ÉL, aceptando la cruz de modo que crezca nuestro deseo de Dios.

De su lado el padre Ramón Báez Lara, al analizar la frase , “Te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso”, deploró hoy que en el país existan tantas adolescentes embarazadas que además de que se ven obligadas a abandonar la escuela, “vienen a sumar más miembros a la fila de la pobreza y sobre todo nos encontramos con el drama de la responsabilidad de niñas criando niños”.

Asimismo, dijo que todavía hoy hay poncios Pilatos que siguen condenando a los dominicanos con sus malas decisiones que no aprueban la voluntad de la mayoría, que lolo viven para defender sus intereses y no los intereses de quienes los hemos elegidos, que llegar más allá solo por defender lo indefendible.

El diácono Blas Bonilla Morfe concluyó la exposición del Sermón de las Siete Palabras exhortando a la ciudadanía a no desmayar ante la denuncia de los males sociales y encontrar la fuerza para hacerlo en el Espíritu que llevó a Jesús a encomendar su alma al padre.

“Ese espíritu, es el mismo que te mueve a ti y a mí en estos momentos, a luchar contra las dificultades que estamos viviendo”, dijo Bonilla.

Oró por aquellos que caminan en las calles con miedo ya que en cualquier momento pueden perder no solo sus pertenencias sino hasta la vida. También por sabiduría para dirigir a las autoridades en un Estado plenamente democrático y con independencia de poderes donde el culpable sea condenado y el inocente absuelto.

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