Las sanciones unilaterales impuestas a Rusia no impedirán su desarrollo, declaró el presidente Vladimir Putin al comentar el estatus futuro del Ártico, en un foro en San Petersburgo dedicado a esa región.
El futuro de Rusia para nada depende de las sanciones, sino solo de nosotros mismos, declaró el jefe de Estado ruso, en un intercambio con su similar finlandés, Sauli Niinistro.
Todo ello depende de cómo nosotros podamos transformar de forma efectiva nuestro sistema político, de su capacidad democrática y de sacar adelante las fuerzas saludables de la sociedad, la energía creativa de nuestros ciudadanos y de cómo lo podremos emplear, subrayó el Presidente.
Al comentar las declaraciones de Niinistro, quien estimó que Rusia era la culpable de las sanciones aplicadas por Occidente contra ella por su posición respecto a Crimea, Putin opinó que las restricciones en realidad dañan más a Europa que a Rusia.
Para nada quisiera ver que como resultado de un fracaso para aplicar medidas a tiempo o de nuestra criminal indiferencia, el Ártico pase a ser una especie de Crimea y que esa península, a su vez, se convierta en un desierto, estimó el mandatario ruso en el foro.
Putin se refería a las crecientes declaraciones de potencias occidentales sobre reclamos de soberanía de la zona ártica y de la dejadez a que fue llevada Crimea mientras estuvo bajo control de Ucrania, hasta que su pasó a jurisdicción rusa hace cinco años.
En cuanto a si la presión de las sanciones unilaterales molestan, Putin admitió que ello ocurría, pero solo en parte, sin llegar a hacer algo crítico.
De alguna forma, las restricciones, incluso, nos empujan para desarrollar nuestras propias tecnologías, afirmó el jefe de Estado al intervenir en el V Foro Internacional del Ártico, en San Petersburgo.
Claro que sería mejor sin las limitaciones que distorsionan el mercado y el comercio internacional y llevan a una desaceleración de los ritmos de crecimiento de la economía mundial, explicó el mandatario ruso, en la plenaria del foro, con participación de más de 30 naciones.
Pero el futuro del país también dependerá de la efectividad con que se empleen los recursos internos de la economía rusa, consideró Putin, quien señaló que el pasado año se invirtieron 600 mil millones de rublos (unos nueve mil 263 millones de dólares) en la sustitución de importaciones.
El presidente ruso aclaró que cualquier sanción, si es legal, debe tener la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, pero eso no existe, por tanto, ello es ilegal.
Además, nadie impone restricciones por la intromisión en los asuntos internos de otros estados, por la desestabilización de la vida interna o la división de una nación, remarcó el estadista ruso, en clara referencia a las acciones de Washington en Libia, Iraq, Siria o Venezuela.
Tampoco se aplican sanciones contra quienes llevan a los estados hasta una situación tal que se ven obligados a aplicar determinadas medidas para defender sus intereses, destacó el jefe del Kremlin.