Mientras ciertos sectores presionan para poner fin a la cuarentena, el presidente argentino, Alberto Fernández, mostró hoy cautela al subrayar que salir de aislamiento social sería llevar a la muerte a miles de personas.
A unos días de acabar la extensión de esta medida por la Covid-19, el venidero domingo, Fernández apuntó en una entrevista con Radio con vos que levantar las restricciones en medio de la emergencia sanitaria conduciría a un gran problema después de todo lo que se ha avanzado.
El mandatario precisó que estudian hoy nuevas medidas para después del domingo con protocolos para autorizar más actividades y lamentó la opinión de varias voces de la oposición que apuntan a que se está destruyendo la economía.
Quienes la destruyeron «sin ningún coronavirus en el medio, fueron ellos», respondió tajante el mandatario, quien heredó hace casi seis meses atrás, cuando asumió su gobierno, una nación en crisis y recesión económica.
Tras resaltar que los que gobiernan tienen que asumir responsabilidades, al contrario de los que opinan, pidió a los argentinos reflexionar porque «hay mucha mala intención e intención política».
Al respecto manifestó que hay que moverse con mucha prudencia y criticó el uso perverso de la inestabilidad emocional de la gente que está en cuarentena hace mucho tiempo e impulsa a hacer reclamos absolutamente alocados sin ver las consecuencias, dijo.
Hay sectores de la oposición que lo están haciendo, no ciudadanos independientes, enfatizó Fernández quien también respondió a esos sectores económicos que presionan y proponen una reactivación total e inmediata.
Tras recordar que en estos días de pandemia todos los países enfrentan el mismo problema, insistió que si todo no se hace con el debido cuidado ni respetando los tiempos acordes «nos podemos meter en un problemón».