Líderes locales y legisladores instaron hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que aplaque su retórica sobre las protestas raciales, desencadenadas en todo el país tras el asesinato de George Floyd.
Demócratas y republicanos condenaron a Trump por sus mensajes en la red social Twitter, algunos de los cuales desenterraron recuerdos de la respuesta violenta al movimiento de derechos civiles. Según plantearon, el lenguaje del mandatario aviva las llamas y no ayuda a mejorar la situación.
La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, cuya ciudad ha sido testigo de varias noches de protestas, dijo que Trump está empeorando las cosas y lo que debería es «dejar de hablar».
«Habla y lo empeora», añadió la demócrata, quien al utilizar la ironía expresó que si Trump no puede permanecer en silencio que alguien con sentido común y buena conciencia en la Casa Blanca lo ponga delante de un teleprompter «y recen porque lo lea y al menos diga las cosas correctas».
Para la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, el presidente tiene «la responsabilidad de ayudar a calmar a la nación» y para ello debe empezar por no enviar tuits divisorios que retrotraen al «pasado segregacionista de nuestro país», comentó en el programa Meet the Press de NBC.
Por su parte la representante de Minnesota Ilhan Omar advirtió que Trump está «glorificando la violencia» en sus tuits. «Este presidente ha fallado en comprender realmente el tipo de dolor y angustia que muchos de sus ciudadanos están sintiendo», señaló en entrevista concedida a la ABC.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi indicó que el mandatario se dedicó a «avivar la llama» y alertó que sus publicaciones en Twitter actúan como «carnada» para distraer de los temas que están en la raíz de las protestas.
Entretanto, el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, sugirió que los comentarios de Trump están aumentando las tensiones, mientras, el senador Tim Scott, del propio partido, acotó a Fox News Sunday que sus expresiones no eran constructivas.
Las protestas estallaron el martes en Minneapolis, un día después de la difusión de un video filmado por un transeúnte, que mostró a un policía con una rodilla en el cuello de Floyd mientras este pedía auxilio porque no podía respirar.
Desde entonces, Trump tuiteó por ejemplo que «cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo», una frase que se atribuye al jefe de la policía de Miami Walter Headley en 1967, durante el movimiento de derechos civiles.
El saldo de cinco jornadas consecutivas de movilizaciones extendidas a unas 75 ciudades, deja al menos cuatro muertos, decenas de heridos y cientos de detenidos. Una veintena de urbes en 16 estados impusieron toques de queda.