El Banco Mundial (BM) informó hoy que las remesas globales a las naciones de ingresos bajos y medios podrían caer en 109 mil millones de dólares este año, debido al impacto negativo de la COVID-19.
El declive sería equivalente a una quinta parte del monto estimado de esos envíos monetarios, de unos 445 mil millones de dólares.
La institución financiera estima que la pandemia provocará una reducción de los salarios y el empleo de los trabajadores migrantes, que tienden a ser los más vulnerables cuando hay una recesión económica en los países desarrollados.
Otras entidad, como Citi, recortó sus pronósticos de remesas globales por la expectativa de un crecimiento económico más lento y dijo que esto aumentaría el riesgo para las calificaciones crediticias de los países de mercados emergentes más pequeños y sus costos de endeudamiento.
En una nota a los clientes Citi pronosticó que podrían mermar en 100 mil millones de dólares.
A mediados de abril, la entidad había estimado que la cantidad del dinero que los migrantes enviarían a casa se reduciría en unos 28 mil millones de dólares este año.
Expertos coincidieron en que la disminución de las remesas puede tener implicaciones negativas para las calificaciones de deuda soberana de los pequeños mercados emergentes.