Miles de personas volvieron a concentrarse hoy por segundo sábado consecutivo en la Plaza Trafalgar, en el centro de Londres, para protestar contra las restricciones impuestas por el gobierno por la pandemia de Covid-19.
Los manifestantes, que no usan mascarillas ni respetan las medidas de distanciamiento social establecidas por las autoridades, niegan la existencia de la pandemia y acusan al gobierno de violar las libertades civiles con regulaciones como la que prohíbe las reuniones sociales de más de seis personas en lugares abiertos y cerrados.
El movimiento que se convoca en las redes sociales con la etiqueta #wedonotconsent (no consentimos), también protesta contra el confinamiento de la población, las vacunas en general y la tecnología telefónica 5G, a la cual culpan de provocar enfermedades como la Covid-19.
«Cuando la tiranía se convierte en ley, la resistencia es un deber», aseguraba una de las pancartas enarbolada por uno de los participantes en la protesta, mientras que otro cartel llamaba a «Desenmascarar la verdad».
La llamada «Â·regla de seis» no aplica en el caso de las manifestaciones callejeras siempre y cuando se respete el distanciamiento social, por lo que al igual que ocurrió el sábado pasado, la Policía Metropolitana comenzó a pedirle a los manifestantes que despejen la céntrica plaza, para evitar ser arrestados.
Según informó Scotland Yard, como se le conoce también al cuerpo policial capitalino, la multitud no cumplió con las condiciones que se les impuso sobre los riesgos para la salud, y pusieron en peligro la vida de las personas.
La protesta de la semana pasada se saldó con 15 policías heridos y 32 detenidos como resultado de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
No toleraré que se repita ese comportamiento este fin de semana, y la Policía responderá con rapidez ante cualquier hecho de violencia, advirtió el comandante Ade Adelekan, quien está cargo de la operación policial este sábado en la plaza Trafalgar.
El Reino Unido, que acumula más de 423 mil casos positivos a la Covid-19, y casi 42 mil muertos a causa de la enfermedad, sufre desde hace varias semanas un fuerte rebrote de los contagios, por lo que el gobierno impuso nuevas restricciones, aunque sin llegar a decretar el confinamiento total de la población como hizo en marzo pasado.