Por: Rafael Calcines Armas
“Crecer para igualar e igualar para crecer” es la pauta trazada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ante el panorama que enfrenta la región para salir adelante con una economía que ya venía de capa caída cuando
recibió los embates del Covid-19.
El organismo acaba de celebrar su 38 período de sesiones, que trazó las líneas de trabajo futuro y pasó balance a la etapa 2018- 2020, en la cual Cuba fue presidente pro tempore, y cuya gestión fue felicitada por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva.
A lo largo del último año, la pandemia puso en tensión todos los mecanismos de
la Cepal, que laboraron con intensidad en soluciones y alternativas para enfrentar esa situación inédita que ha golpeado en especial a esta región, donde sacó a relucir con mayor fuerza problemas estructurales de larga data.
Al respecto, la entidad ha insistido en que el bajo crecimiento, la desigualdad y los
desequilibrios ambientales agudizados por un modelo de desarrollo ya insostenible son la fuente de la aguda polarización política y los conflictos sociales, que solo podrán ser atajados con un cambio de paradigmas.
Así lo resume el estudio “Construir un nuevo futuro: una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad”, presentado en el evento por Bárcena.
El documento enfatiza que el actual contexto demanda en lo inmediato y a largo plazo apelar a agendas orientadas a un Estado inclusivo, una transformación productiva y tecnológica, teniendo en cuenta la sostenibilidad ambiental.
Entre otros aspectos, abunda, la región debe crecer a un ritmo de al menos cuatro
por ciento anual e impulsar una redistribución del ingreso para eliminar hacia 2030 la
pobreza, que este año cerrará con un fuerte aumento a causa de la pandemia.
El texto no es una disquisición economicista, sino una guía para la acción “realista
y necesaria, que atiende a las necesidades apremiantes de América Latina y el Caribe”, explicó Bárcena, quien aseguró que dar respuesta a la encrucijada en que se encuentra la zona es una tarea urgente.
En la cita, 28 cancilleres y otras autoridades sostuvieron un amplio diálogo sobre el panorama posterior a la Covid-19. Como resultado del cual suscribieron una declaración política que busca avanzar en una recuperación económica sostenible, inclusiva y resiliente.
También coincidieron en que la solidaridad, el multilateralismo y el fortalecimiento
de la integración regional son inaplazables para lograr ese objetivo con igualdad y
sostenibilidad.
Así mismo, Barcena puntualizó que esa declaración constituye para la Cepal no solo un mandato para su misión, sino “una señal fundamental de que es posible que la región levante una voz común frente a los desafíos históricos que esta hora crucial llama a asumir”