El papa Francisco instó hoy aquí a no desperdiciar la vida en estos tiempos de incertidumbre y fragilidad pensando sólo en sí mismos con indiferencia.
En la homilía pronunciada en la misa por la IV Jornada Mundial de los Pobres, efeméride anual de la iglesia católica presidida en esta ocasión por la frase bíblica «Tiende tu mano al pobre», el sumo pontífice pidió tener presente que ellos son el centro del Evangelio.
En ese sentido, indicó que «los pobres nos garantizan una renta eterna y desde ahora nos permiten enriquecernos en el amor, porque la mayor pobreza contra la cual luchar es nuestra pobreza de amor».
Tiende la mano al necesitado más que pretender lo que te falta, así multiplicarás los talentos recibidos, dijo Francisco y añadió que «somos portadores de una gran riqueza que no depende de cuantas cosas tenemos, sino de lo que somos, de la vida recibida, del bien que existe en nosotros».
De la belleza inocultable de la cual Dios nos dotó, porque somos su imagen, cada uno de nosotros es valioso ante sus ojos, cada uno de nosotros es único e insustituible en la historia, apuntó el papa ante 100 personas congregadas en la basílica de San Pedro, en representación de todos los pobres del mundo.
En su mensaje con motivo de la jornada, el 13 de junio último, el pontífice expresó que tender la mano al pobre es una invitación a la responsabilidad y un compromiso quienes se sienten parte del mismo destino.
Tender la mano -acotó- hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida, al tiempo que destacó «cuántas manos tendidas se ven cada día» a pesar de ser ignoradas por la «vorágine de la indiferencia» y la actuación de los medios.
«Las malas noticias son tan abundantes en las páginas de los periódicos, en los sitios de internet y en las pantallas de televisión, que nos convencen que el mal reina soberano», cuando en realidad «la vida está entretejida de actos de respeto y generosidad» que superan el mal, dijo entonces.
Al respecto, citó los ejemplos de entrega y dedicación de médicos, enfermeros, farmacéuticos, sacerdotes, voluntarios, personal de seguridad, trabajadores en general y muchas otras personas quienes, en medio de la pandemia de Covid-19, desafiaron el contagio y tendieron sus manos para dar apoyo y consuelo.