Habitantes del estado de Katsina, norte de Nigeria, exigieron hoy a las autoridades el pronto retorno de los estudiantes secuestrados el viernes en la noche, después del asalto a tiros de la Escuela Oficial Secundaria de Ciencias.
Mujeres en su mayoría, acompañadas también por niños, salieron a las calles y recorrieron la escuela con carteles en demanda de mayor seguridad y el retorno de sus hijos, a la par de solicitar al gobierno que hable.
La Coalición de Grupos del Norte amenazó con movilizar en forma continua a estudiantes y jóvenes hacia Katsina si los secuestrados no son rescatados, dijo el presidente del grupo de la zona noroeste, Jamiu Aliyu, publicó el diario local The Punch.
Condenamos en su totalidad este acto de barbarie y pedimos el arresto inmediato y el enjuiciamiento de los culpables, dijo Aliyu, quien arremetió contra el Gobierno central al calificarlo de incapaz de proteger a ‘esos estudiantes jóvenes e inocentes’.
El viernes en la noche un grupo de hombres armados aún no identificados atacaron a tiros el centro escolar secundario en la localidad de Kankara, en el cual, según la prensa local, la matrícula ascendía a unos 800 educandos.
Durante el asalto no hubo víctimas mortales, pero uno de los guardias de seguridad del centro escolar resultó herido, dijeron las fuentes.
Ayer prevalecía la incertidumbre del número de jóvenes que fueron secuestrados por los agresores, mientras este domingo fuentes de seguridad informaron a la prensa local que aún unos 345 estudiantes continuaban sin conocerse su paradero.
El gobernador de Katsina, Bello Masari, anunció en rueda de prensa el cierre temporal de las escuelas estatales y afirmó que harán todo lo posible por ‘rescatar a los estudiantes’.
La Presidencia de Nigeria publicó la víspera en su cuenta Twitter un mensaje de condena en el que el jefe de Estado Muhammadu Buhari pidió a las fuerzas de seguridad neutralizar a los asaltantes y que ninguno de los estudiantes ‘desaparezca o resulte herido’.
Este domingo continuaba la operación militar que fuerzas terrestres y aéreas realizaban en una zona boscosa de Kankara, donde se presume se encuentran los atacantes.
