China valoró hoy de paso positivo que Estados Unidos revocara la prohibición sobre las aplicaciones móviles TikTok y WeChat, impuestas por el expresidente Donald Trump por supuestos riesgos de seguridad nacional.
Para el Ministerio de Comercio la medida está en «la dirección correcta», pero al mismo urgió a la Casa Blanca a tratar a las compañías domésticas de manera justa y dejar de politizar los asuntos mercantiles.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, ayer anuló los decretos de su predecesor contra TikTok y WeChat.
No obstante, solicitó «un análisis riguroso basado en evidencia para abordar los riesgos» de las plataformas de redes sociales de internet controladas por entidades extranjeras.
Al final de su mandato Trump cargó contra las apps chinas, en una jugada arriesgada y que Beijing advirtió desde un inicio podía destapar la Caja de Pandora por considerar un robo, específicamente la ofensiva a Tik Tok.
Primero, el republicano amenazó con vetar a la plataforma de video en su país citando supuestos riesgos de seguridad nacional, y hasta se mostró renuente al interés de Microsoft en asumir las operaciones allí.
Luego exigió una comisión por el traspaso y más adelante reclamó «control total» de la red social para la alianza Oracle-Walmart, si cerraban un negocio con la china ByteDance, dueña de la aplicación.
En el país oriental cada episodio de la saga fue mal recibido tanto por el Estado, como por internautas y analistas, pues denunciaron que se trataba de un robo burdo con tácticas al estilo mafia.
Aparte de Tik Tok y WeChat, empresas como Huawei, ZTE y la fabricante de semiconductores SMIC también cayeron en la cruzada de Estados Unidos hacia China y que busca debilitar uno de sus nuevos motores de desarrollo: la innovación tecnológica.
Expertos y medios internacionales de prensa consideran la contienda un método disuasivo contra el plan Hecho en China 2025, la apuesta gubernamental por mantener un crecimiento sostenido basado en la innovación, inteligencia artificial, realidad virtual y el Big Data.
Esa iniciativa comprende nueve áreas prioritarias, entre ellas, la integración de tecnología e industria, el fortalecimiento y reestructuración de la base manufacturera, así como el fomento, fabricación respetuosa con el medioambiente e internacionalización de las marcas domésticas.
